Vicenta Avendaño era pobre y analfabeta, se desempeñaba como empleada doméstica y tenía un Plan “Jefas y Jefes de Hogar” de 150 pesos por trabajar los fines de semana en un polideportivo. Su vida siempre fue muy sufrida, el padre de sus dos hijas, con quien convivió 18 años y del cual se había separado hacía más de dos décadas, la maltrataba, la golpeaba y hasta la forzaba a mantener relaciones sexuales contra su voluntad bajo amenaza. Ella estaba resignada a sufrir, pensaba que “ésa” era la vida que le había tocado, que si le pasaban esas cosas sería porque “así Dios lo quería”, contó alguna vez a Página 12.
En 2006, su hija menor (L.M.R), una adolescente con retraso madurativo, quedó embarazada después de un abuso intrafamiliar. Vicenta estaba decidida a interrumpir ese embarazo producto de una violación. Comenzó a defender los derechos de su hija y los propios con dignidad, coraje y fortaleza. A pesar de que le hicieron tortuoso el camino para llegar al aborto no punible, a la vez la empoderaron. El aborto de su hija tuvo que ser “clandestino” pero estuvo acompañada en todo momento por las agrupaciones feministas y de Derechos Humanos. Mientras tanto siguió su reclamo por la vía legal.
Esa lucha la dejó sin trabajo, por el perverso entramado burocrático, de trámites y complicaciones del sistema judicial y de salud que le impedían llegar al derecho que Vicenta reclamaba. El hecho de tener que ir casi todos los días a un juzgado o al hospital le impidió cumplir con las casas en las que limpiaba. La mayor de sus hijas, Verónica, también perdió su empleo en todo el derrotero. El primer año y medio, luego de aquellos días, fueron muy duros. Los vecinos las ayudaron para poder comer y algo aportó el municipio. Pudieron salir adelante con la reventa de ropa y condimentos que compraba en la feria de La Salada. A fin de 2008, a Vicenta le salió el nombramiento como portera en una escuela pública de la provincia, un puesto que venían gestionando hacía tiempo integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que siguieron acompañándola. En 2012 Vicenta terminó 9º año, impulsada por su hija Verónica.
Casi 10 años después, en 2014, Vicenta logró que el Comité de Derechos Humanos de la ONU condenara al Estado Argentino por impedir el acceso al derecho de aborto no punible. “Fue una tortura”- dijo la ONU, según nos relataba Mariana Carbajal en esta nota que hicimos en 2020 durante la noche de vigilia por la media sanción de la Ley IVE, en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación. Luego llegó algo de reparación para esta madre y sus dos hijas.
Su historia sentó un precedente importante ya que se establecieron los protocolos de aborto no punibles que están vigentes.
La peli animada
“A mí el caso me había impresionado mucho en su momento y lo había seguido de cerca. Pero la historia me empezó a interesar como película cuando me enteré de que Vicenta había logrado que su hija abortara en la clandestinidad con ayuda de organizaciones de mujeres, y además, había conseguido que las Naciones Unidas condenara al Estado argentino por cómo llevaron su caso. Fui al acto de reparación en el año 2014 y cuando la vi y la escuché no tuve ninguna duda de que tenía que hacer la película”, cuenta Darío Doria a Página 12, con motivo de la realización de la película animada.
Vicenta es la cuarta película de Doria y cuenta la historia de una manera inesperada ya que es una recreación poética del caso, basado en el archivo periodístico y las sentencias de la justicia, usando una extraña técnica artesanal: los protagonistas no son personas sino muñecos de plastilina muy expresivos pero inanimados, que habitan una narración letárgica y densa con la narración de Liliana Herrero. “Un día mi gran amigo Luis Camardella, coguionista de “Vicenta”, dijo que para hacer esta película de la manera que la estábamos planeando hacer íbamos a tener que jugar como juegan los niños, con mucha seriedad. Y así lo hicimos”- relata Doria explicando que fue el mejor modo que encontraron de contar esta historia ya que, en formato documental, podía ser destinada al fracaso por contener los ingredientes que cierta parte de la sociedad niega ver: pobreza, marginalidad, abusos, aborto.
Vicenta se estrenó y fue premiada en el Festival de Mar del Plata, además participó en varios festivales internacionales en Alemania, Canadá, Israel, Brasil, Corea, Suecia. Su realizador apuntó a Télam que: “No es nada fácil estrenar una película en sala, por infinidad de razones cada vez es más y más difícil, pero si Vicenta luchó tanto, ¿cómo nosotros no íbamos a pelearla hasta llegar a un cine?”.
Cada 28 de mayo se conmemora el “Día Internacional de acción por la Salud Integral de las mujeres y niñas”, por eso hoy sábado a las 22 horas, podés ver la peli “Vicenta” en la tv pública.
Mirá el tráiler:
Fuentes:
- Página 12 del 11-12-2014 por Mariana Carbajal y 2 de Mayo por Andrea Guzmán./
- Télam 01-4-2022