En un sencillo encuentro cargado de contenido, emoción y relatos en primera persona, la agrupación de pibas Autoconvocadas Pinamar demostró que hay una generación joven que no desconoce la historia de nuestro país aunque no se incluya en la currícula escolar o, incluso, aunque todavía exista una parte de la sociedad que pone en duda la dictadura.
La mesita sobre el playón de Bunge y Marco Polo, un pañuelo blanco con los 30.000, un pedazo de cartón con el lema #memoriaverdadyjusticia , una planta y un libro: "Carmen y Daniel". Podés verlos como objetos de una foto o sentirlos como parte de la sangre de Argentina, esa que cobra vida y sentido, desafiando a la muerte, al olvido y al horror de hace 45 años.
Todavía convivimos con una Argentina quebrada por la desaparición de una generación entera. Y todavía, tenemos que convivir con los gatillo fácil de la palabra que desconocen la historia o la niegan.
Se habló de esto en la charla para poner blanco sobre negro y seguir plantando memoria, para reconocer que fue cierto y que se los llama así "porque no están ni vivos ni muertos, sino...DESAPARECIDOS”, dijo Anita, hija de Carmen y Daniel.
Anita no conoció ni a su madre ni a su padre, tenía un año y medio cuando los secuestraron, torturaron y mataron. Su hermanito, tenía 9 días. Los criaron sus abuelxs. Su abuela es MADRE DE PLAZA DE MAYO.
Anita no podía hablar al principio. "Nunca puedo hablar en esta fecha"- comenzó y... no pudo seguir. Pero después habló a medida que su tía relataba, entre partes, el cómo construyeron el libro y anécdotas de toda la vida, de ambas, desde que la dictadura les arrebató a Carmen y Daniel.
LA PALABRA LES DIÓ VIDA, PODER CONTARLO por primera vez ante un puñado de alumnos de una escuela, fue LIBERADOR.
En honor a ellxs, nació "CARMEN Y DANIEL", este relato de tantas mujeres que decidieron plantar memoria, verdad y justicia. "La primera parte del libro la cuentan mujeres de la familia que lxs conocieron, la segunda por quienes no pudieron conocer a Carmen y Daniel, como su hija Anita"- Así lo presentó la charla Patricia Pellegrini, artista plástica, creadora del libro y tía de Anita.
El encuentro tuvo, además, lecturas alusivas por parte de las pibas autoconvocadas, apoyadas por la escritora y docente Sheila Anzalone.
El árbol de la memoria fue plantado. El libro está disponible y merece ser leído.
Anita vive hoy en Pinamar.