Tanto tiempo de luchas, discriminación y violencias hacia un colectivo históricamente castigado. La historia marca un punto de inflexión donde el hartazgo grita basta. Te contamos un breve recorrido de la historia del Gay Power de Stonewall al Orgullo mundial.
Eral el 28 de junio de 1969 en Stonewall – New York. Un grupo de personas LGTBIQ+ reaccionan, por primera vez, a la represión policial en Manhattan, cansadas de tantas vulneraciones hacia sus derechos fundamentales. Un grito nace desde la bronca y la resistencia: ¡¡Gay Power!!
Los disturbios que comienzan en aquel Bar Stonewall y duran varios días, dan inicio a una gran revuelta histórica.
Un año más tarde, nace el movimiento “Frente de Liberación Gay” y son lxs impulsorxs, junto a otras organizaciones, de la primera Marcha del Orgullo con una gran concentración en las calles de Nueva York.
Hoy es la bandera de la lucha LGTBIQ+ en todo el mundo.
Mientras tanto en Argentina…
Las primeras apariciones de actividades fueron del grupo “Homosexuales de Buenos Aires” en 1967, por supuesto de forma clandestina dado que el contexto histórico y cultural hacía cruda la visibilización. El “peso” de no poder mostrarse en libertad y la represión no se sentía sólo en las calles, en la vida pública, sino que también en el interior de sus vidas como “autorepresión”.
Sus fundadores fueron Héctor Anabitarte y Luis Troitiño. Trabajaban en el Correo y eran sindicalistas de izquierda.
En Noviembre de 1967 se gesta, de forma secreta y casera, un boletín de pocas hojas al cual se llamó: 'Nuestro Mundo'. Uno de sus reclamos se centraba en la extinción de los edictos policiales que permitían el arresto de “amorales” que eran privades de su libertad en el penal de Villa Devoto.
“Yo nunca renuncié a ser homosexual porque necesitaba vivir plenamente, pero no lo hacía desde una postura política. En cambio, Héctor insistía en que teníamos que empezar a organizarnos, a armar algo para reivindicar nuestros derechos y ese año armamos un pequeño grupo con cinco o seis conocidos, todos trabajadores. Había una mezcla de posturas políticas, no había una sola línea, pero nos unía la lucha por nuestra libertad. Nuestro grupo no tenía nombre, éramos simplemente homosexuales de Buenos Aires y Héctor era el alma mater.” - Luis Troitiño
Luego se sumarían al grupopersonalidades como Juan José Hernández, entre otros escritores y periodistas, dando inicio más tarde a la formación del 'Frente de Liberación Homosexual' (FLH).
El Frente surgió en el año 1971 luego de la difusión del boletín `Nuestro Mundo´ que abrió camino a la unión de los editores con un grupo pequeño de intelectuales. En la calle La Rioja 169, en el barrio del Once, se celebró la reunión fundacional del “FLH” de la Argentina y uno de sus fundadores fue Blas Matamoro.
“Éramos no más de 15 o 20 personas, más no cabíamos. Juan José Hernández, amigo nuestro, fue quien nos presentó ese día a Héctor Anabitarte, quien nos contó lo que venían haciendo con su grupo en Lomas de Zamora. Él traía la experiencia de su militancia comunista. Ese día se decide fundar el Frente de Liberación Homosexual que, al no tener un local propio, se constituiría por células autónomas. Nuestro grupo, que ya se venía reuniendo solo para compartir lecturas y charlas sobre homosexualidad pero sin intención militante, pasó a llamarse `Grupo Profesionales´. Como símbolo, el FLH eligió el triángulo rosado invertido, que era el que se le colocaba a los homosexuales en los campos de concentración del nazismo” - Blas Matamoro
También se dice que en aquella primera reunión hubo un acuerdo inmediato en mencionar a la agrupación 'Frente de Liberación Homosexual', como una traducción del 'Gay Liberation Front' por la revuelta de Stonewall. Tenían compañeros testigos de ese hecho histórico en Manhattan.
Luego se sumaría otro grupo de intelectuales y de pasión militante fuerte, dirigido por Sergio Pérez Álvarez y su amigo y compañero de facultad Néstor Perlongher.
La historia hasta acá obliga a introducir las preguntas: ¿Y las mujeres? ¿No había lesbianas? ¿Pareciera que hasta dentro del propio ámbito de movilización homosexual se reproducen patrones machistas? Y hay respuestas, hay más historia.
Parte fundamental también del FLH fue el grupo de lesbianas 'SAFO', quienes comienzan con el cuestionamiento de los roles de género. Podemos decir que su presencia es desde los inicios de esta historia. Se reunían en grupos pequeños, muchas colaboraban de forma anónima y eran, en su mayoría, feministas. El nombre SAFO es por la poetisa griega Safo de Lesbos.
Como una luz en medio del caos, se pueden encontrar documentos firmados por Ana N. Diaman, quien además de escribir las críticas de los roles de género, cuestiona fuertemente el machismo, no solo en las parejas heterosexuales sino también en las homosexuales.
“Para los heterosexuales es macho/hembra, marido/esposa, para los homosexuales es activo/pasivo, macho/loca. Los seres humanos se cosifican, al ser tratados como propiedad, como si una persona pudiera ser dueña de la otra”- Ana N. Diaman
Las lesbianas SAFO Ingresan al Frente con el objetivo de cuestionar fervientemente la clandestinidad en el amor entre las mujeres y la prohibición por las manifestaciones de cariño en los espacios públicos, así como también la persecución policial y la represión sistemática de esa época, amparadas en los códigos contravencionales dominantes. Su lucha y convicciones quedaron plasmadas en la historia, contra la estigmatización y el hostigamiento. Fueron las que abrieron el camino a vivir la sexualidad e identidad en libertad.
Se puede sentir y vislumbrar la variada amalgama de diversidad de pensamiento, que surgen de diferentes puntos, ámbitos laborales, sindicales y estudiantiles, donde se ve que los unía y atravesaba una única llama, ese fuego de la liberación, la del orgullo, la que prende la revolución.
Otro grupo que se suma al Frente es el grupo 'Eros'. Comienza con reuniones de estudiantes de la UBA en 1972, casi todos militantes de izquierda. Su fundación se lleva a cabo en el departamento de uno de sus miembros, el psicólogo Marino Suarez, en el barrio de Palermo.
Si bien este grupo aportó y puso en relevancia al Frente, surgieron muchas diferencias con los grupos más sindicalistas. Eran tiempos de tensión que aumentaba la euforia y ganas de revolución.
Es el momento donde se destaca como reclamo una alianza indiscutible con las mujeres y el feminismo.
En diciembre de 1973 aparece la revista 'Somos', con un promedio de cincuenta páginas se editaba trimestralmente y eso duró todo 1974, luego se redujo a un breve boletín en los años ´75 y ´76.
La revista relataba las detenciones y las 'razias policiales' que caracterizaron a los años de la dictadura de Onganía y las del gobierno de Perón, donde se hacía un análisis de la represión. Pero para 1974 la revista daría un giro inesperado incorporando por primera vez el conector "Orgullo" y "Los homosexuales somos hermosos".
Además de la persecución militar de la época, había enemigos, como la derecha reaccionaria nucleada en la revista 'El Caudillo', ligada a la Triple A y financiada por el Ministerio de Bienestar Social, que publicó un panfleto titulado “Acabar con los homosexuales”. Se respiraban tiempos sombríos y de mucha incertidumbre.
El 11 de febrero de 1976 fue la última edición de la revista Somos "Extraña protesta: Homosexuales se quejan de persecución". Con la llegada al poder de las Fuerzas Armadas, la insoportable persecución que se vivía y el terrorismo de Estado, comenzaba el tiempo del exilio, las desapariciones, el silencio y los incansables pasos de los pañuelos blancos, aquellas madres golpeando puertas y más puertas.
El Frente dejó de reunirse y se disolvió.
La vuelta a la democracia
En 1983, luego de aquellos tiempos oscuros, parecían asomarse “aires de colores”, sin embargo el odio, la persecución y represión del aparato Estatal de la dictadura continuaba haciéndose sentir.
Con esa necesidad de lucha, de reivindicación de derechos y justicia nace, el 16 de abril de 1984 en la discoteca `Contramano´, un grupo de activistas: “Comunidad Homosexual Argentina” (CHA).
Su primer presidente fue Carlos Jáuregui, activista histórico del movimiento LGBTIQ+. En 1991 funda la Asociación 'Gays por los Derechos civiles' y en 1992 encabeza la primera marcha del Orgullo Gay Lésbico en Argentina.
Otrxs integrantes de la 'CHA' eran Ilse Fuskova, Rafael Freda, Marcelo Reiseman (el activista más antiguo), quien lleva adelante junto a Marcelo Ferreyra un archivo con documentos históricos sobre la lucha del movimiento. Muchas personas más se respaldaban en la CHA y trabajaban todos los días en su sede.
Es importante mencionar que, en los primeros años, la 'CHA' acompañaba las marchas de los jueves de las 'Madres de Plaza de Mayo' y las del 24 de marzo. Tenía como lema: “Derechos Humanos. Respeto y Solidaridad mutuos. No violencia. Legalidad”. Supo articular su lucha de manera transversal y generar alianzas con distintas organizaciones nacionales e internacionales.
“En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”- afirmaba Jáuregui en una frase que quedará impresa para siempre en la historia y la memoria de esta lucha.
Otro militante incansable por los derechos del colectivo y activista crucial en la defensa de derechos humanos fue César Cigliutti. Coordinó el área de prensa y difusión de CHA. Durante el hostigamiento que siguió, debido a la pandemia del VIH en los años '90, hizo que la lucha fuera irreversible y más fuerte, sin mirar atrás. Entre algunos logros del recorrido de esas grandes batallas se destaca que impulsó campañas de prevención y la defensa contra el señalamiento de la Iglesia, además consiguió la personería jurídica para ser 'legales'. Fue así como la 'CHA' (Comunidad Homosexual Argentina), logró la primera campaña de visibilización y prevención contra el SIDA y fue la primera organización LGBTIQ+ en Argentina, en obtener la personería jurídica. Corría 1992.
La primera Marcha del Orgullo en Argentina
Se realizó el 3 de Julio 1992. Marcharon desde Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación, haciendo visible su lucha para reclamar derechos y en contra de la discriminación. Fue la marcha del Orgullo Gay Lésbico. Un grupo pequeño de personas travestis y trans también se hicieron escuchar. Más tarde se sumarían otras identidades.
Seguían momentos de represión y hostigamiento para las personas LGTBIQ+, lo cual hacía que muchas se 'ocultaran' por miedo a perder sus empleos y sufrir discriminación.
Gays y lesbianas se unieron en el reclamo de las demandas para que fueran atendidas como derechos humanos.
Un solo grito, una sola consigna: Libertad, Igualdad, Diversidad.
Comenzaron a repartirse volantes para la convocatoria a la 'primera Marcha del Orgullo en Buenos Aires'.
Decían: “Tu presencia en la Marcha cambia muchas cosas. Si no podés mostrarte repartiremos máscaras. No te la pierdas”.
Claro ejemplo de lo que se vivía, el tener que ocultar los rostros para no ser despedidxs en el ámbito laboral o discriminadxs y violentadxs.
Los impulsores de la marcha fueron Carlos Jáuregui y César Cigliutti. Caminaron con su organización 'Gays por los Derechos Civiles' (Gays DC), junto a la 'Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina' (Sigla), 'Transexuales por el derecho a la vida' (Transdevi), 'Grupo de Investigación en Sexualidad e Investigación Social' (ISIS), la 'iglesia de la Comunidad Metropolitana' (ICM) y la convocatoria Lesbiana.
Según la periodista Adriana Carrasco: "No fue novedad marchar a cara descubierta como lesbiana”, porque las lesbianas feministas ya habían encabezado la marcha del 8 de marzo por primera vez en 1988.
“Teníamos claro que la marcha tenía que ser por la avenida de Mayo porque es donde se hacen los reclamos políticos de este país y esta era una marcha política”- declaró el activista Gustavo Pecoraro.
Años más tarde se crea la tradición del “besazo” frente al palacio legislativo, bajo la consigna “nuestros besos no son ilegales” en reclamo por el matrimonio igualitario, hasta su sanción en 2010.
Durante todos esos años, además de la enorme violencia policial, el colectivo LGTBIQ+ sufría el flagelo del VIH. Muchas personas, militantes y activistas no iban a la marcha porque no podían exponerse a bajas temperaturas que traía el mes de julio. Es por ello que se decidió en 1997 cambiar el mes de la Marcha del Orgullo a noviembre. Por otra parte, los 30 años de la creación de la agrupación `Nuestro Mundo´ ( fundada en noviembre de 1967) fueron el fundamento clave y dieron la razón al cambio, además de resguardar la salud de los manifestantes.
A medida que fueron pasando los años la Marcha del Orgullo creció en tamaño, colores, pero sobre todo en conciencia política. Así por ejemplo, la consigna en la marcha de 1997, fue: “Celebramos la vida con Orgullo, repudiamos la discriminación y la violencia.”
Los movimientos de Derechos Humanos fueron apareciendo y adoptando espacios donde las demandas hoy siguen siendo banderas.
Seguimos el camino de la lucha, el de las consignas políticas y sociales por visibilizar la diversidad de identidades y erradicar la discriminación y violencias.
Muchas activistas lesbianas, compañeras travestis y trans, militantes y activistas LGTBIQ+ han aportado y dado su vida por las conquistas de derechos y sus garantías. No me alcanzarían las hojas para mencionarles, desde la lucha y el amor han hecho historia, la de nuestro pueblo.