Un Pinamar concentrado en el mercado inmobiliario y de la construcción ya muestra sus efectos, demanda habitacional creciente, alquileres anuales casi inexistentes y expulsión de familias residentes. Ante un mercado especulativo ¿cuál es la perspectiva?
Mientras se debate la ley de alquileres a nivel nacional por la caída de la oferta y la crisis habitacional ante el mercado inmobiliario especulativo que ya es evidente en todo el territorio nacional, en Pinamar se vive una situación más aguda por factores endógenos. Se vende la imagen de un Pinamar ideal para vivir pero que después no llega a responder en sostenibilidad de recursos y servicios. “Se estima que, desde el inicio de la pandemia, más de 1.200 familias se mudaron y a lo largo de 2020 se presentaron pedidos de permisos para construir por más de 50.000 metros cuadrados”- publica en su portal la empresa PINAMAR S.A.
Probablemente esto también aumentó la demanda de vivienda para alquilar todo el año sumado a que la oferta de alquiler anual ya estaba en picada por el pronóstico de una temporada de verano con crecimiento de demanda y valores. Son factores del mercado local que van más allá de la ley de alquileres, pero que además juegan el juego del libre mercado cuando no hay políticas fiscales ni públicas que regulen o equilibren la oferta y la demanda. A cualquier propietario le conviene alquilar temporalmente la propiedad con los valores que superan a cualquier otra localidad balnearia, sin entrar fino en el tema de evasión de impuestos que también es otra característica. El mercado inmobiliario y de la construcción son el eje del negocio capitalista, con trabajadores en situación informal en su mayoría y con consecuencias directas en la calidad y seguridad de vida de las miles de familias Pinamarenses que se ven obligadas a irse, alquilar de marzo a noviembre o pagar sobre valores con aumentos de hasta 200% de un mes a otro.
Patricia Worschitz es una vecina y ciudadana que, movida por la problemática, decidió activar en redes sociales y pedir respuestas al intendente y funcionarios locales. Es oriunda de Mar del Plata y hace años que vive en Pinamar. Como Profesora de Educación Física y guardavidas viajó mucho haciendo temporadas entre su ciudad natal y España. En 2017 decide quedarse en Argentina y luego establecerse en Pinamar junto a su pareja, Alejandro Potrino, que es Técnico Agropecuario y hace mantenimiento de espacios verdes. Por los rubros laborales de ambos vieron oportunidades de desarrollo pero además llegó Félix a sus vidas. Hoy Patricia es docente de una escuela privada y dedica gran parte de su tiempo a cuidar a su bebé de 13 meses, tarea que comparte con su compañero. El tema habitacional no es un problema actual de la familia porque tienen un contrato de alquiler anual que todavía está vigente pero la preocupación de ver lo que ocurre alrededor la llevó a movilizarse en sentido político.
El 11 de abril escribió una carta al intendente de Pinamar y la publicó en su red social Facebook, además de contactar a diversos medios de comunicación local:
Patricia todavía no obtuvo respuesta ni comunicación por parte de algún funcionario y por ello decidió seguir insistiendo con el tema que considera debe ser tratado en lo inmediato en el Honorable Concejo Deliberante. Habló con un referente político del vecinalismo que reconoce también la grave situación emergente de muchas familias Pinamarenses, pero no encuentra respuestas reales que atiendan lo urgente.
“Nosotros alquilamos acá en 2018 y tuvimos suerte porque los propietarios no son de acá, son buenas personas y estaban cansados del alquiler de temporada así que renovamos contrato, pero en poco tiempo nos puede pasar lo que les está pasando a la mayoría que busca alquiler desesperadamente”- comenta Worschitz
La docente refiere a conocidxs, vecinxs y hasta gente que pasa por el frente de su departamento preguntando por alquiler anual. “La realidad la tengo enfrente, la tengo a la vuelta y con un montón de conocidos. Una mamá jovencita y soltera que conozco se la pasó recorriendo lugares y tocando puertas. Lo peor es que en muchos lugares le han dicho incluso que no le alquilan porque tiene hijos. No alquilamos ni con chicos ni mascotas, le dicen”- agrega Patricia.
-Es una mezcla de salvajismo y misoginia, ¿cómo describirlo?
-Es muy fuerte, desesperante e indignante. Ya bastante complejo es ser mamá soltera y encima te discriminan. Yo estoy bien hoy con mi pareja, pero mañana puedo ser yo esa mamá sola y no puedo dejar pasar lo que está viviendo la otra. Esto está pasando en Pinamar.
-¿Por eso escribiste la carta al intendente y estás activando?
-Si, hablé con un referente político que tiene un proyecto de cesión de terrenos de la municipalidad para construcción de viviendas que es a largo plazo pero es una solución para algunos, no para todos y no resuelve el problema en lo inmediato. Es un tema urgente. Hay mucha gente que se tuvo que ir a alquilar a Villa Gesell porque ahí consiguen y a valores lógicos pero su vida diaria está acá.
-Querés aportar una idea que ya se implementa en otros países pero en Argentina tenemos una sociedad que recurre al “ataque a la propiedad privada”…
-En este país se habla del Derecho a la propiedad privada, pero ¿qué pasa con el derecho a la vivienda? Ni hablar de que sea una vivienda digna. Este es un derecho que está en la Constitución. Con el debate por la ley de alquileres a nivel nacional se está hablando de impuestos, como existen en otros países para regular el mercado.
Acá hay muchos propietarios que tienen varias propiedades para alquiler temporario, vacías durante el año. Pongamos un tope a ese capital (que genera renta sin trabajo) para asegurar el derecho a la vivienda al resto de la población que alquila anualmente, entonces por ejemplo si sos dueño de 8 propiedades legislemos para que un porcentaje de esas propiedades sean para tu negocio temporario pero otro porcentaje lo alquiles anual. De este modo aseguramos la vivienda para la gente que trabaja y vive en Pinamar que es la que hace a esta ciudad todo el año. También se debería regular el tema de los impuestos porque no es lo mismo quien alquila para todo el año que quien usufructúa de los valores de temporada.
-Estas hablando de dos miradas que representan la “grieta ideológica de Argentina”…
-Si lo sé, sé que a un sector le molesta pero de otro modo acá es el “sálvese quien pueda”. Ese sector que siempre quiere ganar más con la renta ¿cuál es el límite a su expectativa? Yo no soy militante política ni quiero ser Concejala, pero vengo de una familia de trabajadores y crecí respirando política y me pregunto respecto a los funcionarios y legisladores ¿para qué están ahí si no responden a las necesidades del pueblo? Miremos países de Europa que legislan en esto, hay países que expropian viviendas ociosas como en Holanda, controlan que las propiedades sean para alquiler anual, etc. Ejemplos de regulación hay. El que defiende la propiedad privada está bien, pero su postura individualista al extremo anula el derecho de muchos a una vivienda.
-¿Consideras, por lo que ves, que es la clase trabajadora y media la que está en mayores problemas acá?
-También la juventud, no hablemos solamente de los trabajadores sino de los estudiantes. Los últimos años se fomentó, desde el gobierno local, que existan nuevas carreras para que los chicos de Pinamar no tengan que irse afuera y puedan estudiar acá. Buenísimo y ¿dónde van a vivir esos chicos después? Conozco jóvenes que hace tiempo buscan independizarse de sus padres para vivir y lo único que logran es vivir solos de abril a noviembre y después tienen que volver con sus padres porque no hay alquileres, no por problemas económicos por ejemplo.
Creo que es un tema urgente y de agenda.
El municipio lanzó este año, como el anterior, el Plan familia Propietaria cuya inscripción transcurre en estos meses (abril y mayo 2022) y los requisitos pueden verse en: Vivienda y hábitat Municipalidad Pinamar pero es un Plan de entrega de lotes sociales que todavía no tiene gran impacto en resultados ante la enorme problemática habitacional.
Reflexión y datos
La fórmula del capitalismo y la globalización en el mundo no han dado más que resultados de mayor desigualdad y desequilibrio en las condiciones de vida de sus habitantes y las posibilidades de desarrollo. En cuanto al techo, una necesidad básica para cualquier ser humano, se observa que muchos de los países desarrollados han implementado medidas concretas y regulatorias contra la problemática que se entiende en una frase:
“viviendas ociosas versus familias sin vivienda”. Como bien lo expone Julián Corvaglia en esta nota de Ámbito con datos claros: “¿Cuál es el sentido de que existan miles de viviendas ociosas y tantos hogares sin vivienda? Aunque no se hable del tema las viviendas vacantes son un problema social. Implican un fracaso en el uso social eficiente del parque habitacional y son un obstáculo para que miles de ciudadanos ejerzan su derecho a una vivienda digna.
Un informe oficial del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC- Caba) publicado en 2019 realizó una estimación de 138 mil viviendas vacías en la capital argentina. A su vez, en la ciudad más rica del país, con un PBI equiparable a países europeos, en 2010 se registraron 136 mil hogares con déficit habitacional.”
Recomendamos leer la nota completa y nos preguntamos: ¿Qué Pinamar pensamos y para quiénes? ¿Hay un Plan rector que piense en esta problemática y su solución? ¿El cuerpo legislativo escucha a la ciudadanía y se compromete con su promesa de representatividad?¿Estamos en condiciones de hablar y encontrar respuestas concretas a este realidad excluyente que se agrava en Pinamar?
Sin duda la vecina Patricia Worschitz está en lo cierto, es un tema urgente y debe ser agenda política y de gobierno porque ya es parte y problema de la agenda del pueblo Pinamarense. Sin olvidar que una madre sola con hijxs parece ser una categoría “pecaminosa” para algunos propietarios de esta localidad balnearia.