Una tradicional destilería de whisky en Escocia encierra una historia de pioneras en la lucha feminista. Son un tajo en la aventura de una de las bebidas más conservadoras del mundo en su fabricación y sus costumbres culturales. Helen Cumming cambió la tradición del whisky hacia adelante y desde sus días. Una historia de pioneras feministas.
Cardhu es la destilería de whisky escocés creada por Helen Cumming en 1811, en la zona de Speyside. Eran épocas donde las mujeres no solo estaban imposibilitadas de obtener una licencia para producir bebidas alcohólicas, sino que no podían votar desde ya, tampoco tenían permitido ir a los bares a beber alcohol junto a los hombres. Eventualmente podían hacerlo dentro de su hogar y con el permiso del señor de la casa, esto para Helen era adorno de otras vidas, lo fabricaba y lo bebía. Ella misma elegía los cereales y generaba la malta que le daba el gusto específico que tiene esta Single Malt, ayudada por el río Spey, que está al pie de la destilería en las tierras altas (Highlands) del norte de Escocia. Al borde de ese exquisito manantial que ofrece el río Spey, del que proviene el agua con la que se prepara esta histórica Single Malt, hay unas piedras negras que brillan con el escurridizo sol de la isla, Cardhu en gaélico significa Piedra Negra, una imagen que inspiró a Helen para nombrar a su whisky.
Perseguida por mujer, Helen eligió a su marido John para que estuviera al frente de la firma, el tema que John se dedicaba al contrabando inevitable del Cardhu, ya que al no tener licencia, su whisky era ilegal. El excelente producto se hizo famoso a la fuerza por su redondez de sabores, algo dulzón por los cereales y la turba con la que quemaban los barriles donde el whisky fermenta y también utilizaban en el destilado. La turba son matas de pasto suave que salen en bloque de la tierra y que son el combustible con el que ahuman y dan fuego a la preparación. La humedad excesiva del territorio del Speyside, donde está la destilería, ablanda por demás esa turba y concentra los sabores de la vegetación y el agua del río. La malta que preparaba Helen es un secreto que irritaba a las autoridades británicas. En la zona eran muchas las destilerías caseras e ilegales, lejos de combatirlas, Helen se volvió un ícono avisando con una bandera, que ella misma empuñaba, cuando se acercaban los inspectores que venían de la enojada Londres. Esa imagen sigue siendo parte del envase del Cardhu aún hoy.
En 1824 Helen logra la licencia, hasta ese día vendía su destilado por la ventana de su casa y John se ocupaba de la comercialización hacia otras ciudades más grandes. A partir de allí Cardhu creció en fama y la leyenda de la única mujer al frente del producto corrió fuerte entre quienes consumían el whisky. Ella comenzó a becar a jóvenes del Speyside para que fueran a Glasgow o Edimburgo a especializarse en estudios y destilerías, comenzó a darle trabajo a mujeres del pueblo que tenían vedada esa posibilidad por una ley no escrita que las encerraba en sus casas. Se volvió un símbolo sin pretenderlo.
Helen Cumming muere en 1874 y toma la posta su nuera, Elizabeth Cumming quien continúa el legado.
En 1893 ocurre un hecho fundamental en el futuro de la empresa, la destilería más grande del mundo, Johnnie Walker & Sons, quiere comprar la de las Cumming. Johnnie Walker es famoso por sus Blends, que son la mezcla de varias maltas y una de ellas querían que fuese de Cardhu, las ventas de la famosa destilería eran muy superiores a las de la de Speyside. Tan así que era posible que no pudieran fabricar su propia y famosa Single Malt, que se perdiera el nombre Cardhu absorbida por la producción que exigía Walker. Luego de mucho pelear, Elizabeth logró seguir teniendo el control de la destilería empujada por una pueblada que exigió la continuidad del espíritu de Helen en la empresa, también a sus empleadxs y las becas para lxs jóvenes del pueblo que hicieron crecer las destilerías de la región.
La tradición feminista en la destilería Cardhu nunca fue abandonada, a más de 200 años de su creación, el whisky Single Malt que allí se destila sigue siendo diseñado por una mujer, Maureen Robinson, y los muy exigentes controles que Johnnie Walker & Sons realiza sobre el producto, que sigue habitando en su famoso Blend, lo realizan mujeres:
- Bárbara Smith al frente de DIAGEO, la empresa que comercializa tanto a Cardhu como Johnnie Walker por el mundo.
- Roselyn Thomson, Manager de destilados de la compañía.
- Laura Sharp como comercializadora de la marca en Europa, donde reside la mayor venta de Cardhu.
En 2003 el producto creado por Helen vendió 1.2 millones de botellas en el mundo.
Todo comenzó desde su ventana y el carro a caballo de John esquivando la ley británica.
Helen Cumming es un ícono de la rebeldía que generó el primer feminismo, su imagen agitando una bandera que avisaba a su pueblo que venían a clausurarlos se convirtió en una imagen que aún hoy Cardhu la sigue representando y que se expandió por el mundo.
En 2022 y gracias a esa lucha que encabezaron entre muchas otras mujeres (quizás desde Juana de Arco, no lo sé) la historia parece lejana, la imagen de tres mujeres en la puerta de la destilería no llama tanto la atención pero ellas saben, y lo hacen saber, que sin Helen y su bandera hecha antorcha, sería muy difícil. En aquel momento, fue hacer posible lo imposible. Sólo desde la lucha, nada menos.