Este 8M trajo una ola de preguntas que nos hacen reflexionar sobre el momento actual. Luego de los años de pandemia: ¿Algo cambió para las luchas de género? ¿Qué sentimos las mujeres y diversidades? ¿Estamos en una meseta? ¿Cambió el mando de la lapicera y el poder de la billetera? ¿Hay avances en materia de igualdad o cobra fuerza el conservadurismo del stablishment? Analicemos.
Hace 10 años (o menos) hablar de “Feminismo” era estar preparadas para ser atacadas desde el minuto cero. Lejos de temerle a los ataques constantes, sabíamos que era producto mismo de la resistencia machista porque siempre fue así en la historia. Luego llegaron los años bisagra en Argentina, el 2015 con NiunaMenos, los Paros internacionales de mujeres y, desde el 2018 al 2020, el debate y la conquista finalmente por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, agenda prioritaria en los movimientos feministas. Al mismo tiempo, un gran crecimiento de participación política con la llegada de la Ley de Paridad, la jerarquización de la agenda de igualdad a través de la creación histórica de los Ministerios de las Mujeres, políticas de género y diversidad sexual, el crecimiento también de medios cooperativos/autogestivos y comunitarios creados por mujeres y diversidades, el impacto de las redes sociales feministas, la lucha en las calles y la plaza virtual juntas, contenidos 24 horas para la igualdad. Las mujeres en el Parlamento unidas, el crecimiento de las periodistas con perspectiva de género, la figura de la editora de género en medios influyentes y una “agenda con perspectiva” que va más allá de las efemérides (8M, 3J) a las que se reducen los medios hegemónicos y comunicadores sin formación o aquellos que siguen la lógica mercantilista.
Para quienes visualizábamos este “despertar” de la mujer en el mundo fue una bocanada de aire fresco: “¡por fin llegó!”. Pero luego irrumpió inesperadamente la pandemia por el covid y el encierro nos puso en pausa. ¿Detuvo las marchas? ¿Salimos del covid pero volvimos a la torre encerradas? ¿Hay un retroceso en las luchas por la autonomía del género? ¿El conservadurismo reaccionario avanza? ¿Cuáles son las demandas hoy? ¿Se atomizaron los reclamos por el año electoral? ¿Qué factores analizar? La economía post – pandemia aumenta la opresión, la violencia política hacia las mujeres y diversidades no cesa, el poder judicial perdió legitimidad y es el centro de críticas fundadas pero parece no permeabilizar el reclamo social. Jueces y juezas sin perspectiva de género que resultan obstructores del bien social ante una realidad que urge y demanda otra mirada de la vida que se refleje en procesos judiciales menos perniciosos y sentencias ejemplares en DDHH.
Mientras tanto “la princesa” salió del encierro de la torre, lucha por salir adelante luego de siglos de maltrato y esclavitud, clama justicia y trabaja duro, está dispuesta a todo para cambiar este mundo horrible. Sabe, lee, aprende y cada día es más consciente del poder que tiene junto a otras compañeras. Se cansa, mucho. A veces quiere abandonar la lucha porque siente que es desolador pero sabe que el monstruo del patriarcado gana si abandonan, a veces le parece que siempre ganará porque son siglos de lo mismo. Descansa un rato, se aísla, respira profundo y toma fuerza de nuevo para la batalla de cada día. Ahora sabe que no está sola, que es tribu con otres. Piensa que morirá en filas pero habrá valido por las próximas generaciones. Y.. ¿Listo? ¿Se terminó el cuento?
Este mes y particularmente la llegada de este 8M, trajo una oleada de preguntas hacia adentro de “los feminismos” y es comprensible luego de los años pasados y todo lo que vivimos. Llegó el momento de una reflexión para entender cuánto avanzamos, dónde estamos paradxs y hacia dónde seguir. Una cosa es segura y acá permítanme la misma actitud y convicciones que me llevaron a militar activamente hace 10 años, lo digo en palabras simples y conceptos cortos: el feminismo es Humanismo, es derechos humanos, es ambientalismo, de esto no hay vuelta atrás, por más resistencia machista que pongan no lo podrán detener. Si tuvieran el interés de mejorar el mundo, se sumarían a esta movida sin dudarlo.
Para seguir con las preguntas: ¿Cuál es la agenda en común ahora que ya conquistamos el derecho a abortar y logramos visibilizar los femicidios? ¿Cuánto avanzamos en realidad, con políticas que impactan de verdad en nuestras vidas cotidianas y cuánto es sólo declamativo? Este 8M, mientras los ámbitos legislativos daban discursos repetidos sobre la historia de la lucha que supimos concebir, las calles y la plaza virtual volvieron a ser protagonistas pero, esta vez, atomizadas. En CABA dos marchas, una impulsada por el colectivo NiUnaMenos y otra por la Campaña nacional por el Aborto. Una oficialista y otra de sectores más izquierdistas. Te lo cuentan mejor en esta nota las colegas de @Latfem: La bifurcada
Al salir del análisis porteñocentrista y mirar más allá, hubo convocatorias y marchas en todo el país nuevamente, con consignas de diversa índole pero, fundamentalmente, centradas en dos ejes que atraviesan toda la lucha, las desigualdades económicas y el poder judicial patriarcal. La billetera no cambió de mando, la lapicera tampoco.
Para realizar un análisis más profundo y entender el momento actual hacen falta destacar las violencias que ahora toman agenda, los factores que hacen a la coyuntura socio económica y otros que resultan estructurales:
- Pandemia y violencias. La endemia del abandono paterno, el maltrato infantil y ASI.
- Poder judicial patriarcal: sin cambios a la vista
- Violencia política y avance de la derecha anti feminista. Los Derechos o la Derecha.
- Responsabilidad del oficialismo/ FMI
- Medios del stablishment vs. medios por la igualdad
- El problema hacia adentro: las mujeres que no se suman
- ¿Qué queda? ¿Cómo seguimos? Ambientalismo y más feminismo
1. Pandemia y violencias: la endemia del abandono paterno y ASI
No hace falta explicar mucho los efectos de la pandemia en el mundo. Argentina no fue la excepción. El encierro aumentó los niveles de violencias. La ONU y el Ministerio de las mujeres, Género y Diversidad de la nación publicaron que las denuncias crecieron un 40 %. La pandemia agudizó las situaciones históricas de desigualdad que parten de la casa, de la propia familia y atraviesan toda la sociedad. Las restricciones laborales empeoraron las condiciones socio económico - ambientales y los índices de pobreza siguieron aumentando encabezados por mujeres, niños, niñas y adolescentes. (NNA) Justamente en pandemia se evidenció una endemia oculta, sostenida por generaciones y naturalizada por una cuestión de género. Estallaron las madres de familias monomarentales, mujeres criando solas que comenzaron a organizarse en redes para gritar el hartazgo. Un reclamo que antes no había sido escuchado por la agenda feminista y, cuando salió a la luz, dio cuenta de una de las violencias de género más silenciadas, el incumplimiento alimentario y abandono paterno en Argentina, de números escandalosos. El Ministerio de Estela Díaz relevó datos y del informe oficial resulta que, en Provincia de Buenos Aires, sólo 1 de cada 10 padres separados cumple en tiempo y forma con la cuota alimentaria y los cuidados para sostener la vida de hijos/as. Más recientemente, este 8M, el Ministerio de Economía anunció medidas para luchar contra este flagelo, entre ellas el “índice de crianza” (IC) que establecerá el INDEC para que jueces y juezas de Argentina tomen en cuenta al estipular las cuotas, en base a la canasta básica. En ése anuncio mencionaron que “en el 3er trimestre de 2022 hubo más de 1.600.000 mujeres a cargo de hogares con niños/as y sin presencia de cónyuge (monomarentales). Esto representa al 11,7% del total de hogares. Además, se estima que en estos hogares viven más de 3.000.000 niños/as. (cálculo estimado de 2 hijxs x familia). Entre las jefas de estos hogares, el 27,4% tuvo ingresos por debajo de la línea de pobreza y el 5,3% tuvo ingresos menores a la línea de indigencia.”
Ver: Índice de Crianza
Esta agenda cobra mayor relevancia y está directamente relacionada con la feminización de la pobreza y, su contracara, la riqueza masculinizada. Es decir, ¿quién se enriquece y quién se empobrece al separarse en Argentina? Bingo. En estas condiciones las mujeres cuentan con escasos recursos para salir a las calles a luchar, escaso tiempo por la sobrecarga y escaso dinero para subsistir. Esta violencia de género y hacia NNA debe ser prioritaria porque la independencia económica de las mujeres es la clave para liberar a toda la familia monomarental.
Otra de las violencias que no es de ahora, duele y cobra fuerza en la agenda feminista es el maltrato y abuso sexual infantil (ASI). Según datos de UNICEF, se estima que 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños son abusados sexualmente en Argentina. No hay palabras que alcancen para dimensionar tanta crueldad. ¿Y la justicia? Sólo el 2% de las denuncias llegan a una sentencia para el agresor. Las redes de “madres protectoras” buscan apoyo en el periodismo feminista ante tanta impunidad y, encima, estos jueces y juezas patriarcales, luego persiguen a las periodistas que visibilizan los casos atentando contra la libertad de expresión y la democracia misma. Un caso concreto sucede en la provincia de La Rioja, con la colega Manuela Calvo (@lamanuc) que dio voz al caso Arcoiris, Cosquillitas y otros. Crecen en las redes sociales los grupos de @madresprotectorasargentina @redviva y otras.
Estos reclamos de justicia necesitan de la lucha feminista, marcan el camino del movimiento que defiende los derechos humanos y que debe aunar criterios, priorizar reclamos, porque las violencias son tantas que la demanda crece y las respuestas no alcanzan. La lapicera judicial sigue patriarcal.
2. Poder judicial: sin cambios a la vista
Si tuviéramos otros resultados seguramente no escribiríamos esta nota ni se escucharía como reclamo constante la necesidad urgente de una REFORMA JUDICIAL FEMINISTA. Pero no sólo que no vemos el avance en una lluvia de fallos con perspectiva, como debería ser, sino que se sigue reproduciendo la misma lógica patriarcal, misógina y adultocentrista.
La Corte Suprema de Justicia está compuesta por 4 hombres y tiene una vacante que dejó la jueza Elena Highton de Nolasco al jubilarse. Ya pasó un año y medio y no se cubre la vacante ni se avanza en una Reforma que el gobierno propuso respecto a aumentar la cantidad de integrantes del máximo Tribunal. Nada. Ni una cosa ni la otra. Desde la Asociación de abogadas y abogados de Buenos Aires (@aabaoficial) reclaman por esa vacante disponible actualmente, para que se cubra y sea con una mujer: “Mujeres a la Corte, sin mujeres no hay justicia, justicia con perspectiva de género”- repiten en sus redes sociales incluso en la voz de la Dra. Nelly Minyersky, ex presidenta de la AABA.
Abundan los ejemplos del hartazgo con el poder judicial, las violencias de género desbordan en el país y no encuentran ni acompañamiento adecuado ni resoluciones que reparen, pero además, siguen con el “pacto de machos” en el otorgamiento de vacantes o cubren a funcionarios acusados de delitos a los DDHH. Un caso, que contó por estos días la periodista Mariana Carbajal, por ejemplo, es de Santa Fe, donde “el candidato mejor posicionado para convertirse en el nuevo fiscal general de la provincia es un juez, de Cámara en lo Penal, cuya trayectoria se caracteriza por fallos sin perspectiva de género y que han favorecido a abusadores sexuales, Roberto Prieu Mántaras.” – escribe Carbajal en Página 12 y detalla que, entre otras cosas, “revocó la condena a un ex Arzobispo que abusó sexualmente de un seminarista y anuló la sanción a una psicóloga antiderechos que se infiltró en un hospital y convenció, a la madre de una niña violada que quería interrumpir la gestación forzada, para que continúe con ese embarazo. Un crápula.”
Respecto a la lucha de las madres protectoras contra el ASI, en la Rioja los casos de abusos sexuales a menores son un escándalo, como ya mencioné, y esconden pactos mafiosos de poder político, policial y judicial para cubrir a abusadores y pedófilos.
O en Salta, donde - según la asociación Madres Protectoras Argentina - “hay 6 casos de Abuso sexual a las infancias por día, impunes” y ahora se aprobó, desde la legislatura, un “Registro de obstructores de lazos familiares” para silenciar las denuncias aduciendo el falso SAP (Síndrome de Alienación parental) que acusa a las madres de influenciar y obstruir el vínculo, agrava la situación violentando aún más a los niños y niñas, generando mayor impunidad en los delitos de abuso sexual.
Si tomamos el caso del incumplimiento alimentario, otro ejemplo, y queremos hablar del poder judicial; en ésta violencia puntual todavía hay que dar vuelta todo. Se minimiza el problema, hay una actitud compasiva con los deudores, no así con las madres (y les hijes) que soportan la violencia. Lo mal interpretan como un “conflicto conyugal” cuando es VDG y estipulan cuotas que son migajas para las hormigas, demoran años y niegan medidas coercitivas para presionar a los incumplidores. No los ven como delincuentes a pesar del delito.
¿Una buena? ¿Hay buenos fallos en el poder judicial? Si, claro que los hay. Como también hay abogadas/os y jueces/as con perspectiva, hay que buscar una aguja en un pajar, son minoría por ahora pero hacen toda la diferencia. Las nuevas generaciones de profesionales del Derecho podrían ser un nuevo horizonte pero, para ello, todavía debe lograrse que la perspectiva atraviese la formación de manera obligatoria, ni opcional ni especializada.
3. Violencia política y avance de la derecha anti feminista. Los derechos o la derecha.
Otra de las violencias, que hablan del momento que vivimos y busca silenciar voces, tiene que ver con los medios hegemónicos, con los discursos de odio hacia mujeres que destacan en la escena política, hacia las periodistas que hablan de lo que sectores poderosos intentan ocultar.
Un comité de expertas, que hacen seguimiento de la Convención Interamericana para erradicar la violencia contra las mujeres, de la OEA (Organización de los Estados Americanos) llegó a la Argentina hace días, a pedido del gobierno, para analizar los ataques sufridos por mujeres en el ámbito político. Se reunieron con CFK por la violencia mediática que recibe desde hace años y fue escalando en hechos puntuales hasta llegar al intento de magnicidio. Asimismo se reunieron con Cecilia Moreau y dirigentas Catamarqueñas del Radicalismo que denunciaron a un candidato por acoso y abuso sexual pero fueron sancionadas por su propio partido. Las expertas concluyeron que en Argentina hay hostigamiento e impunidad, por eso las mujeres se sienten solas y tienen miedo, hasta el punto de acallar sus voces. Hubo varios casos de periodistas feministas que tuvieron que cerrar sus cuentas de twitter ante la virulencia recibida cuando se mediatizó el caso de Lucio Dupuy. Ése crimen atroz de un niño, por parte de su madre y la pareja, activó la maquinaria machista que siempre busca culpar de todo al Feminismo. “No son hechos aislados”- dijo el comité de la OEA en referencia a que la violencia observada es estructural y, aunque hayamos conquistado espacios y leyes, es evidente que el machismo sigue ahí instalado como práctica ampliamente tolerada en todos los espacios de la vida pública. Y destacaron, además, que los medios de comunicación tienen gran parte de responsabilidad, reproduciendo violencia, lenguaje sexista, estereotipos discriminatorios, alimentando el clima de hostigamiento, ninguneo y menosprecio.
Por otro lado, hay otro punto para analizar que no es menor. El avance de discursos anti feministas (recrudecidos ahora con fines electorales) como lo hacen en forma explícita algunos candidatos del Pro y los Libertarios. Milei no esconde su misoginia y ahora fue Horacio R. Larreta el que declaró, en una entrevista en Radio Rivadavia, que si gana cerrará o reducirá los Ministerios de las Mujeres, Géneros y Diversidades. Lo otro que observo, y que es peor aún porque no es exposición explícita sino camuflaje, es la apropiación del “calendario feminista”, los títulos y el vaciamiento de contenido con la consecuente tergiversación del sentido real o banalización de las luchas. ¿Ejemplos? Miles, por doquier este 8 M. Eventos por el “Día de la Mujer”, discursos en nombre de…, jornadas alusivas donde representantes de partidos políticos conservadores invitan a homenajear el día y hablan. Medios, partidos y personas que hacen feminismo de efemérides, poca profundidad, hablemos de mujeres o pongamos mujeres al frente ese día porque garpa. Es decir, el discurso pseudo feminista garpa, pero las políticas públicas no. Como ejemplo del tema, este 8 M el candidato de Milei en Pinamar grabó un video con mujeres al lado invitando a una clase de zumba. O el consejo Deliberante que volvió a hacer su sesión especial por el 8M con discursos que llenan el aire pero en los últimos años no votó ni un proyecto con perspectiva.
Instagram Ofelia: "Otro año igual al anterior"
“Me aburrí. Me aburrí de esta dinámica, o sea ya van 4 años que llega NIunaMenos, el 3 J y hablamos de esto. Es mi 7ma. vez hablando del tema. A veces entro más angustiada, a veces entro más enojada pero siempre me voy igual que es…sin absolutamente nada. Sin un proyecto, sin un acuerdo, una política real. Y miren, la verdad, desde que asumimos ya fueron más de 1000 femicidios. Actualmente, 7 de cada 10 personas pobres son mujeres. ¡Esto ya lo saben! Lo dije acá 100 veces, ahora lo acabo de repetir por si alguien siente que no lo sabía. No sé si quieren jugar un rato más a hacernos los escandalizados y conmovidos con la situación o tienen ganas de hacer política en serio y de cambiarle la vida a alguien. Pienso.”- Expresó este 8 M la Diputada Ofelia Fernández en la legislatura porteña. Un discurso digno de escuchar y que representa ampliamente la voz de lo que sentimos muches.
4. Responsabilidad del oficialismo
Un factor de análisis que no puede obviarse, respecto al momento actual, es la pérdida electoral legislativa del FdT en 2021 y su consecuente descarga de culpas al feminismo ¡también!. Les respondería con una estrofa de Las Tesis: “Y la culpa no era mía ni donde estaba ni como vestía…”
Hubo un sector, en el gobierno de Alberto Fernández, que puso un freno y detuvo la transversalización de Economía con los demás Ministerios para fortalecer las políticas para la igualdad. Digamos claro, se achicó la billetera para nosotres. Fue evidente cuando en marzo 2022 renunció al cargo Mercedes D'Alessandro, quien se desempeñaba como Directora nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Hacienda, junto a Guzmán y había sido la artífice del shock de políticas con perspectiva de género que requerían una mirada transversal y, por sobre todo, presupuestos. Venía impulsando una agenda clave, como ponerle valor a las tareas de cuidados feminizadas y referenciarlas en números económicos y su impacto en el producto bruto interno (PBI).
Lo que pasó fue que la derrota legislativa del 2021 para el oficialismo fue motivo de un stop con las políticas de género y, a pesar de que las funcionarias siguen estando (en Economía quedó a cargo Sol Prietto) y trabajando duro desde los Ministerios, fue evidente el freno que se desprendió de un análisis político poco feliz (cuando el atraso es tan grande y el mismo gobierno lo sabe porque tomó el toro por las astas) pero ante una pérdida electoral legislativa pasan el filtro por nosotres. Lo dijo en su discurso nuevamente Ofelia Fernández: “…evidentemente le tememos a la transformación real de la vida, le tememos a las políticas públicas. Y vengo preocupada porque parece que ahora no rankean tan bien las políticas de género, no da bien en las encuestas, no sé cómo es porque yo no hago política así, entonces parece que hoy rinde políticamente hacerse los pelotudos con la agenda feminista…”
El FMI o Nosotres
El gran tema, la deuda externa que nos hipoteca la vida. Cuando las desigualdades económicas, y sus consecuentes restricciones en nuestras posibilidades de desarrollo, ya las contamos y medimos, encima tenemos que pagar los platos rotos de quien tomó deuda (¿y esa plata dónde está?). Por eso, en esta coyuntura no podemos evadir postura firme ante la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Un documento que lo dice todo es el de la Asociación civil por la Igualdad y Justicia:
“En Argentina, la desigualdad de género es un hecho: las mujeres realizan el 76% de las tareas domésticas no remuneradas, ganan en promedio un 29% menos que los varones y constituyen el 70% de la población de menores ingresos. La responsabilidad del Estado es erradicar las brechas de género y, a través de ciertas políticas, se lograron algunos avances que tienden a ese objetivo. Por ejemplo, la Moratoria Previsional. Esta semana el FMI advirtió que el gobierno nacional deberá tomar medidas `tempranas y decididas´ para abordar los costos fiscales de la Ley de Plan de Pago de Deuda Previsional aprobada en febrero y asegurar el cumplimiento de las metas fiscales acordadas con el Fondo. La moratoria permitirá acceder a 800.000 personas a una jubilación, que en su mayoría son mujeres que tuvieron a cargo tareas de cuidados no reconocidas ni remuneradas, o que transitaron parte de su vida en el mercado informal de trabajo. Sin embargo, el acuerdo con el FMI pone en peligro ésta y otras políticas sociales claves para garantizar la igualdad de géneros, acentuando la brecha en el acceso a derechos por parte de las mujeres. Es clave que la resolución de la grave problemática de deuda que enfrenta Argentina no se realice a expensas de los derechos.” – manifiesta la ACIJ en “Justicia fiscal y justicia de género: dos demandas urgentes e inseparables”.
- Documento: Dos demandas urgentes e inseparables
5. Medios del stablishment vs. medios por la igualdad
Dijimos pandemia y post pandemia, violencias en escalada, lapicera judicial machista, billetera económica lo mismo, apropiación de las fechas del calendario feminista como si fuera una moda que vacía de contenido las luchas y las usan de efemérides. A esto sumale los medios hegemónicos conservadores del stablisment que siguen en el siglo 16. Acá es útil saber que desde Red Par (Periodistas de Argentina en Red por una comunicación no sexista) se publicó un relevamiento exploratorio sobre Paridad en Medios de Comunicación hasta el 2020. El objetivo fue conocer el estado de situación de les trabajadores respecto a las condiciones laborales en Argentina, a fin de sumar datos que aporten al debate sobre la Paridad. Se relevaron medios de 10 provincias y quedó en evidencia la brecha de género existente en los medios hegemónicos y, su contracara, la cantidad de medios cooperativos y comunitarios, autogestionados por mujeres y diversidades que surgieron con el avance de las Tic's (tecnologías de la información y la comunicación) pero que lo hacen precarizades, sin tener garantizados los derechos básicos laborales.
Sabemos el impacto que la comunicación tiene en el sentido social y el recorte de la realidad, por lo tanto, podemos comprender la importancia y responsabilidad de comunicar para fomentar la igualdad o lo opuesto, reproducir estereotipos discriminatorios, sexistas y violentos. Los medios generan efectos en un sentido o el otro. Por ello, desde Red Par se exige paridad en los medios, Sindicatos y Asociaciones de prensa. Transversalización de la perspectiva de género y diversidad en medios y en la formación académica. Revalorizar el rol de las Editoras de género y fomentar programas de apoyo a los medios autogestivos.
La billetera de los medios hegemónicos sigue en las mismas manos. Nosotras, acá estamos, con la lapicera, desde las trincheras.
6. El problema hacia adentro
De todos los avances y retrocesos o frenos que podamos analizar, hay un factor que suele no mencionarse pero es un gran problema que, además, duele. Duele porque es ahí donde el patriarcado muestra su más grande victoria. Es ver cuántas mujeres aún reproducen patriarcado, no se auto perciben, no entienden al “feminismo” ni lo relacionan con las libertades que dan por sentado. Duele porque es entre nosotras mismas. Decía Simone de Beauvoir: “El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”.
Puede que no todas tengamos que salir a las calles a luchar, puede que no todas puedan o quieran, puede que no todas hayan vivido alguna desigualdad, violencia u opresión (dudoso), puede que no todas sintamos igual, no todas vivimos igual, algunas ya conquistaron espacios de poder, otras siguen oprimidas, invisibles; algunas eligen el silencio, otras necesitan aullar; pero la historia es innegable. Entonces puede que no todas quieran leer, estudiar, investigar y saber más sobre las luchas del género, pero nos queda la empatía, y ahí si cuesta pensar que nos falte y que gane el negacionismo.
7. ¿Qué queda? ¿Cómo seguimos?
Antes de la pandemia veníamos a un ritmo de avances para la igualdad en el mundo que, según la ONU, nos llevaría a lograrla en 200 años. Ahora, serán 300. Es decir nos alejamos. Así lo manifestó, el pasado 7 de marzo, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, ante la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer: “Los avances hacia la igualdad de género se están desvaneciendo ante nuestros ojos. Está a 300 años de distancia”. Guterres luego argumentó con lo que está pasando en diversos países del mundo y el retroceso de libertades y autonomía para las mujeres y niñas, ataques directos a los derechos humanos. El Secretario pidió “acciones colectivas y urgentes, como aumentar la educación, los ingresos y el empleo, especialmente en los países en desarrollo del Sur Global, hasta promover la participación de mujeres y niñas en la ciencia y la tecnología” – dijo y agregó: “Siglos de patriarcado, discriminación y estereotipos dañinos han creado una enorme brecha de género…Seamos claros: los marcos globales no están funcionando para las mujeres y niñas del mundo. Necesitan cambiar”. (Fuente: CNN en español)
Para nosotres es claro el panorama, sabemos la magnitud del monstruo. A veces nos cansamos de luchar y queremos largar todo, como si pudiéramos irnos a un rincón del mundo que nos saque del patriarcado. Nosotres sabemos qué mundo queremos y no es éste. Y sabemos que los cambios profundos llegarán cuando “les feministas” ocupemos todos los lugares de poder y todxs subamos al tren. Es muy evidente que para construír ese mundo con equidad de género e igualdad de oportunidades, tenemos que tomar el mando de la lapicera y la billetera, juntes.
Y esto no es declamativo, las mujeres lo sentimos y vivimos cada día. Tenemos la lucha y estamos despiertas, alertas, el conocimiento contra la ignorancia, el compromiso contra la indiferencia, pero eso también lo hace más duro aunque ineludible.
Otra vez Ofelia Fernández nos honró con sus palabras: “Una cosa es ser mediocre en un mar de mediocridad pero este no es el caso porque las mujeres Argentinas ya están en la historia grande. No de este país sino del mundo entero. Piensen en Evita, en las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en el millón de pibas con el pañuelo verde, en el NiunaMenos. ¿Podemos estar un poquito más a la altura de algo de ése proceso? …La historia tiene un lugar guardado para el movimiento feminista Argentino y para quienes les reconocieron sus derechos”.
Si algo en común tenemos los movimientos feministas del mundo es que queremos vivir en paz y armonía, entre nosotrxs y con nuestro lugar, la tierra. Feminismo y ambientalismo van de la mano y deben ser la prioridad de quienes usan la lapicera y tienen la billetera hoy. Ya.
En un año electoral, aunque nos quieran hacer creer que todo es confusión, nosotres tenemos claro el panorama y sabemos de qué lado nos paramos, siempre. No hay lugar para el retroceso, sólo progresismo, sólo para adelante. Y con nosotras. Nada sin nosotras/es.