Desde que fue publicado el “Índice de Crianza” ya salieron 15 fallos que lo usan para estipular el piso mínimo de cuotas alimentarias. Una política de Estado producto de la lucha de las madres y de las funcionarias que trabajan para paliar el flagelo del incumplimiento. Sólo 1 de cada 10 padres en la PBA cumple con las necesidades de hijxs. Charlamos con la abogada Sabrina Cartabia del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad sexual de Buenos Aires. En esta nota nos adelanta los siguientes pasos en materia de reforma legal para que se garanticen los derechos de millones de familias monomarentales de Argentina.
El índice de crianza se viene utilizando en varias provincias y ya hubo 15 fallos donde se implementó como marco de referencia. “Se lo está usando y lo celebramos pero vamos a insistir en que sea Ley para que no quede como algo discrecional de cada juez o jueza sino que sea una medida universal” - dice Sabrina Cartabia.
Va directo al punto. Cartabia sabe que el incumplimiento del deber alimentario es un flagelo, no sólo en Argentina sino en Latinoamérica y el mundo. Es Abogada, especialista en Género, formó parte del colectivo NiunaMenos, preside la Ong Red de Mujeres y desde 2019 trabaja en la Subsecretaría de Políticas de Género y Diversidad Sexual en el Ministerio de Mujeres de la provincia de Buenos Aires. Fue parte del equipo que impulsó la primera encuesta oficial con posterior informe sobre esta violencia que afecta a tantas mujeres madres con hijos/as. Es una aliada clave de las familias monomarentales, busca estar en contacto permanente para seguir pensando políticas públicas que enfrenten esta desigualdad sistémica.
Informe: INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA en la PBA
Luego de lograr el “Índice de Crianza” como herramienta innovadora y útil, para y desde el Estado poder estipular cuánto cuesta mantener con vida a un hijo o hija desde los primeros años, este índice comenzó a ser usado como marco de referencia en las demandas de alimentos ya que establece montos mínimos (no máximos) que incluyen servicios básicos para vivir, alimentos, y horas de cuidado. Es útil porque agiliza procesos tediosos y burocráticos que complican la vida de las mujeres que demandan, al tener que presentar los tickets de todos los gastos de hijos e hijas, cuando al final de cuentas ni siquiera luego se estipulan cuotas alimentarias que cubran las necesidades que demuestran en ése proceso agotador. Las madres así, son mal tratadas por el sistema judicial, que las obliga a presentar pruebas de todo para mostrar lo que es evidente a los ojos de cualquier ser humano, que lxs hijxs no viven del aire. Jueces y juezas dictan sentencias de alimentos por debajo de la línea de pobreza, son tolerantes y compasivos con los deudores alimentarios y nunca con las madres y los niños, niñas y adolescentes. Hay excepciones y son aquellos jueces y juezas que marcan la diferencia, que tienen perspectiva de género y niñez y que por ello, merecen contarse.
Sabrina Cartabia está detrás de cada caso innovador y lo comparte.
Ante una situación que merecería estar en primera plana de los medios y como prioridad en la agenda política y electoral, Sabrina dispara: “Si ya es difícil introducir este tema en la agenda porque sigue siendo considerado un tema privado y no hay voluntad de tenerlo como un tema central, imaginate si gana la ultra derecha o la derecha, nuestros desafíos van a ser más grandes de lo que son ahora, de todas maneras vamos a dar la lucha.”
Por ello, desde el equipo de Cartabia ya escribieron 2 proyectos, que están en revisión para ser presentados, y que incluyen el tema de establecer por ley el “Índice de crianza” como piso para medir los valores de cuotas alimentarias. Asimismo y no menos importante, para actualizar las notificaciones a las herramientas digitales, es decir para que los incumplidores dejen de evitar ser notificados, ahora se los podrá notificar por whatsaap, por ejemplo. Los proyectos también consideran modificaciones en relación al Registro de Deudores Alimentarios (RDAM) para que la inscripción sea más fácil, las sanciones más eficaces y que se pueda aplicar a terceras personas, como por ejemplo los empleadores que muchas veces resultan cómplices del incumplimiento alimentario y obstruyen el pago de alimentos. Y lo otro que se tienen en cuenta, en estos proyectos, es definir soluciones para el tema de las homologaciones, o sea, cuando los convenios entre las partes no están homologados hay que definir una ruta a seguir clara.
─¿Por qué cuesta tanto que se entienda lo político de esta problemática?
Porque es un tema cultural, si el 70 % de los padres están incumpliendo no es un problema individual aislado sino una matriz cultural que implica que si una pareja se separa, los hijos son de la mujer. Como dice Gabriela Carpineti: “El abandono parental es más viejo que el capitalismo”, por lo tanto, esa matriz está inscripta en nuestro sistema social y no es un problema sólo de Argentina sino a nivel global. La mayoría de los países tienen este problema también y desde Argentina estamos intentando cambiar esa matriz, después de haber legalizado el aborto, es muy claro que la precarización de la maternidad es la otra cara de la moneda que tenemos que atender, entendida como un sistema.
Ver: Informe Cuota alimentaria CAJ con datos de Unicef
Hasta hace poco no había datos oficiales, sino investigaciones y artículos, tesis académicas y obras de investigadoras feministas. A partir del informe que hizo público el Ministerio de la Provincia de Buenos Aires, UNICEF tomó el tema al darse cuenta de que esto era relevante y armó una encuesta a nivel nacional, que se actualiza en forma periódica y arroja números para todo el país. En la provincia resaltaba el 66 % de incumplimiento alimentario y a Unicef le dio el 68 % a nivel nacional, cifras parecidas que son escandalosas a la hora de pensar en cómo impacta ese abandono en las familias con mujeres que quedan solas con toda la carga, y en el desarrollo de sus hijos e hijas que se ve limitado.
“A las mujeres esto las perjudica en forma sistémica, porque una mujer que está estallada con las tareas de cuidado, no puede acceder a un empleo formal por esas mismas tareas que le ocupan todo y no le permiten cumplir un horario fijo, entonces muchas tienen trabajos precarizados o por horas en casas particulares, porque pueden trabajar un par de horas para complementar con los cuidados. Están saturadas, endeudadas y no tienen tiempo para ellas.”- explica Sabrina y agrega: “Cuando les preguntás qué harían si tuvieran tiempo y el dinero que les deben esos progenitores, te dicen que estudiarían, accederían a un trabajo formal y harían deporte, justamente los ámbitos donde estamos relegadas. Por eso, el abandono parental y toda esta tolerancia social al incumplimiento de la cuota alimentaria, termina excluyendo a las mujeres del mercado laboral, de la vida pública, de la participación política, del deporte, de todo. Es una tecnología de exclusión.”
“Es perverso que la maternidad sea un ancla de la pobreza y la exclusión. Si sos madre arreglate sola y si no podés… quedás excluída.”- S. Cartabia
─¿Además, en el informe de ustedes especifica que sólo 1 de cada 10 varones satisface las necesidades de les hijes?
Si, dice que cuando hay aportes económicos, solo 1 de cada 10 brinda lo necesario para cubrir las necesidades completas de sus hijos e hijas.
El informe lo dice textual:
“El dato más significativo, sin dudas, es que solo el 10% considera que es suficiente para cubrir todos los gastos y necesidades de niñas, niños y adolescentes.”
El artículo 553 del Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN) permite a jueces/zas tomar medidas razonables y creativas ante el incumplimiento de la obligación alimentaria.
Bajo el paraguas del mismo, salió el primer fallo de provincia de Buenos Aires, con las medidas que hacen que se cumpla el Registro de Deudores, y es del juez Javier Heredia de la localidad de Daireaux (próxima nota), quien logró que se inscriba a dos deudores alimentarios en la Central de Deudores del Banco Central que alimenta al Veraz. En el primer caso, el incumplidor debía cerca de 900 mil pesos y cuando supo que iba a aparecer en el Veraz se presentó a pagar la deuda de alimentos.
─¿Qué puede hacer una madre que tiene demanda de años y sentencias de cuotas bajísimas que no cubren ni el 10 % de las necesidades de hijes?
Esta es la realidad de la mayoría de las mujeres, el sistema judicial es parte del problema justamente, de lo contrario no tendríamos estas cifras de incumplimiento porque el poder judicial no sale de un repollo, es parte de esta sociedad que naturaliza y tolera el incumplimiento. El Índice Crianza puede ser presentado como un hecho nuevo, una prueba nueva dentro de los procesos. El Estado está diciendo que la crianza está (en septiembre de 2023) dentro de los 155 mil pesos por mes, es un dato oficial del INDEC y esto tiene que tener un impacto en los procesos judiciales. Otro de los puntos importantes es el tema de la actualización automática que establece el índice respecto a la cuota porque este es un gran problema que detectamos, que las cuotas no se actualizaban, entonces recomendamos que presenten el Índice Crianza como una prueba nueva en los procesos y que se ponga la variación del índice como la pauta que regula el valor de la actualización, porque el índice se actualiza mes a mes.
─Aunque haya sentencia definitiva de cuota alimentaria ¿Se puede utilizar o tiene que ser dentro de la provisoria?
Claro, el proceso de alimentos nunca se termina, podes presentar siempre hechos nuevos.
─¿Qué pasó con los adolescentes después de los 12 años, por qué no los incluyeron en el Índice de crianza?
Si, lo sé. Muchas mujeres nos han traído este tema. Hay que valorar este primer paso. Y entender que como toda herramienta nueva seguramente puede ser mejorada.
─Hay impotencia frente a los fallos injustos y machistas de jueces y juezas…
Hay que apelar a los jueces y juezas que dictan sentencias vergonzosas, hay que ir a Cámara.
─¿La Reforma judicial feminista es posible?
Nosotras creemos que somos parte de esta reforma porque la estamos impulsando ya, por ejemplo con los proyectos que presentamos junto a Gabriela Carpineti, Directora Nacional de Acceso a la Justicia y responsable de los CAJ del Ministerio de Justicia nacional. También con los proyectos que estamos por presentar en breve en la provincia de Buenos Aires para modificar los procesos de demandas por cuotas alimentarias. Este es uno de los temas más importantes de la Reforma para nosotras.
─¿Marchaste este 28 de Septiembre con NiunaMenos?
El 28 marchamos por la Maternidad, para ponerle un freno a la crueldad, por la Democracia. Nosotras entendemos que las madres deben vivir vidas dignas y que deben ser reconocidas y no excluidas de la vida pública, es un factor central de la democracia esto. El centro del debate está en la maternidad para nosotras porque no debe ser factor de pobreza y exclusión.
─¿Desde el colectivo NiunaMenos reconocen que la maternidad las sacudió fuerte, como dice Lucía Cavallero?
Si, fijate que naturalizado que estaba incluso dentro del propio movimiento. Donde hay mujeres madres que lo viven, pero estaban acostumbradas a que es así. Creo que estamos en la senda de politizar la maternidad precarizada, todavía estamos en la senda, no creo que esté completo el proceso de politización. Tenemos que traer más madres al movimiento a cuestionar esta realidad, sabemos que están saturadas, sabemos que necesitan el apoyo del Estado y les cuesta movilizarse, pero les decimos que vengan a contarnos y sumarse. Que charlen con sus amigas, hermanas y con nosotras, para salir de la conversación individual y hacerlo colectivo. Además, esta no es una lucha que sólo deben dar las mamás, es una lucha colectiva donde toda la sociedad se debe comprometer, porque lo que está en juego es el bienestar de las infancias, es decir el bienestar del futuro del país.