Su grito con Lucía en alto, su aullido cruzado por el dolor más grande, años de injusticia y su lucha incansable dieron resultado. Perpetua para Farías y 15 años para Offidani. Una sentencia que sienta un precedente en Argentina respecto a la justicia con perspectiva de género. No hay lugar para relativismos ¿Es momento de acusar de punitivista al Feminismo? Analicemos
El jueves 23 de marzo el Tribunal Oral Criminal nº 2 de Mar del Plata dictó cadena perpetua a Matías Farías por el abuso sexual y femicidio de Lucía Pérez y 15 años de prisión para Pablo Offidani como partícipe secundario. De la sentencia de los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone se desprende que Farías fue encontrado:
"Autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el suministro de estupefacientes y por resultar la muerte de la persona ofendida en concurso ideal con femicidio ocurrido el 8 de octubre de 2016".
Para Pablo Offidani la sentencia fue de 15 años en total, es decir agregaron 7 años más a los 8 que ya había dictado el primer Tribunal por venta de estupefacientes en las inmediaciones de una institución escolar.
Este fallo sienta un precedente importante porque llega, luego de 7 años de recorrido y dos procesos judiciales, poniendo en el centro a la perspectiva de género. El primer juicio tuvo lugar a fines de 2018 en el Tribunal Oral Federal n º 1 de Mar del Plata, a cargo de Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale. Los jueces fueron duramente cuestionados durante el proceso y después de la sentencia. Ese primer fallo fue apelado por la fiscalía y la familia de Lucía por falta de perspectiva de género justamente.
Como se observa en cita textual:
“Tanto las descripciones que se hacen de la víctima, como del comportamiento de Farías, demuestran un doble parámetro en la valoración de las conductas de ambos: hay una consideración diferenciada de la conducta de acuerdo al sexo. Pone énfasis en la conducta sexual de la víctima ([...] prácticamente se la responsabiliza por lo que pasó), se enfoca principalmente en su personalidad, su forma de relacionarse con los hombres, su vida social, su vida sexual anterior, su fuerte carácter, y todo ello es valorado negativamente"(v. fs. 74, anexo cit.). “Concluyó así que los elementos tenidos en cuenta exponen que el fallo "...se fundó en intolerables prejuicios y suposiciones basados en estereotipos de género" (fs. 71, anexo cit)- “Explicó que de acuerdo a ese análisis "...Lucía no coincidía con las expectativas de los roles que una sociedad patriarcal espera de una mujer, su comportamiento no encuadraba en el estereotipo de sexo [...] Es decir, para los Magistrados, Lucía evidentemente no coincidía con el estereotipo de la mujer víctima de violencia de género y violación, que no hubiera podido consentir. De lo expuesto se desprende que el decisorio P-134373-Q 17 puesto en crisis demuestra el androcentrismo del derecho:…”
Se obtuvo la anulación por parte del Tribunal de Casación Penal y la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires, lo que dio lugar a un nuevo juicio y el jury a los jueces, hecho que está en curso. El 7 de febrero de 2023, se inició el segundo juicio en el Tribunal Oral en lo Criminal 2 (TOC 2) de Mar del Plata, que dictó sentencia este pasado 23 de marzo y la perspectiva de género fue la clave para un resultado distinto.
MARTA TENÍA RAZÓN, una principal y miles de otras. Marta juró luchar por Lucía y esta vez siente que hay justicia. Las miles de otras que faltan son todas las que esperan aún, como tuvo que esperar Lucía, su familia y la sociedad durante estos largos años. No hay descanso sin justicia, no hay paz. El poder judicial con perspectiva de género hace toda la diferencia y éste fue el caso que lo mostró.
Marta Montero habló, luego de la sentencia. Lo hizo rodeada de centenares de personas que estaban firmes afuera de los Tribunales en MdP, esperando la hora del dictado de la sentencia, pidiendo justicia por Lucía. Había fuerte presencia de la Campaña Somos Lucía, agrupaciones civiles, activistas feministas, colectivos de diversidad y derechos humanos, la Ministra de Nación, Ayelén Mazzina, Flavia Delmas, Subsecretaria de políticas contras las violencias de género, junto a otras representantes del Ministerio de PBA, prensa local y regional.
Marta no estaba sola, Guillermo no se alejaba de ella, su hijo y otros familiares estaban ahí también, las tías de Lucía por ejemplo. Al salir a la calle, luego de conocerse el fallo, los gritos y abrazos eran inconmensurables. Un sentimiento de justicia, por fin, pareció cercano a lo que durante años empujó esta lucha, que fue colectiva y Marta lo dijo luego, con palabras claras:
“Quiero decirles que contra todo estábamos juntos, contra lo que fuese, a veces éramos muchos a veces menos, no importa, estábamos juntos. Esto es lo importante que tiene seguir una lucha y estar unidos, es importantísimo. Si estamos solos, separados, cuando muchas veces nos dicen: `No hagan esto, aquello, no hagan lo otro´. Armemos estrategia en cambio, como lo hemos hecho porque sino hoy Lucía no tendría justicia y les puedo asegurar que con esta perpetua que conseguimos para Farías hoy todo cambió porque hasta ayer no sabíamos si se iba a hacer o no esta audiencia, no sabíamos si esta sentencia se iba a dar.”
MARTA TENÍA Y TIENE RAZÓN. AYER Y HOY. Una razón, que es la de miles, hacer justicia por la vida de su hija que ya no está, se la arrebataron. Lucía ya no está, no puede ser oída, su verdad contada. Entonces quedaba la lucha de Marta y Guillermo para hablar por ella. La Campaña “Somos Lucía” creció. Y creció su voz, sus ojos y su legado. No es lo mismo una sentencia que otra, no es lo mismo que digan que una adolescente de 16 años murió sola en esa escena, por propia voluntad. No es lo mismo. Pero costó casi 7 años, un juicio escabroso donde dijeron lo anterior, luego la apelación y anulación por estar cruzado de estereotipos sexistas y discriminatorios hacia Lucía.
Como lo detalla el expediente del año 2021 de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires: “Tiene dicho esta Corte que el empleo de estereotipos de género en el razonamiento de los jueces constituye uno de los obstáculos que impiden a las mujeres el ejercicio de su derecho de acceder a la justicia en condiciones de igualdad, y conduce a descalificar su credibilidad y a asignarles una responsabilidad tácita por los hechos denunciados (conf. causa P. 125.687, sent. de 23-X-2019).” –
MARTA LO DIJO Y TIENE RAZÓN:
“¿Por qué cambió para nosotros? Porque ahora ningún narco, ningún dealer le va romper el culo a ninguna piba como se lo hicieron a Lucía. A Lucía la destrozaron, la destruyeron internamente, la violaron hasta 15 minutos antes de su muerte, la violaron hasta que su cuerpo terminó muriéndose y ¿por qué lo decimos? Porque lo dicen las pericias. Hay internamente glóbulos rojos que se rompen y quedan los hematomas ahí y tenía que escuchar una defensa que te dijera que `todas las mujeres somos violadas´. Yo hace 30 años que me acuesto con el mismo hombre y jamás me violó y jamás quedé lastimada. ¿De dónde sale esa perversión que nos quieren hacer creer?”
MARTA HABLÓ, con lágrimas en los ojos y con ese cansancio que era visible también en Guillermo, el papá de Lucía. Habló teniendo que dar detalles atroces de las pruebas, porque hubo medios que implantaron la duda en el proceso y pusieron en tela de juicio la perspectiva de género, desacertadamente.
“Las fake news hoy están tan de moda y algunos no sabíamos ni nos importaba qué era esa palabra. Ahora sé que esa palabra es armar un discurso, venderlo, que la gente compre ese discurso y que la gente crea que a Lucía no le pasó nada y que fue Lucía con su consentimiento que dijo: `Sí, cójanme hasta matarme´. Eso nos quisieron hacer creer. Es perversión. Lucía era una criatura de 16 años, jamás hubiese dado un consentimiento. Un menor contra un adulto, con lo que significa la cabeza hasta donde tiene el dominio ese adulto. Todo el fin de semana se ocuparon de hacer creer, de mandar a los medios, que Lucía había consentido su propia muerte, a Lucía no la mató nadie.
… Si estos jueces gracias a Dios que pudieron leer estrofa por estrofa y ver todo lo que le hicieron a Lucía, lo que tanto la querella como el fiscal mostraron todas esas pruebas, porque las pruebas eran obvias y había un montón. Ellos pudieron darse cuenta de que esto era un femicidio, de que esto es lo que le hicieron a Lucía, ni más ni menos, la mataron por odio, por ser mujer, pobre y negra. ¿Quién te defiende si sos pobre y negra? La llevaron a una sala con la complicidad de un funcionario público, que nosotros le pagamos el sueldo. Ese tipo la recibe a mi hija muerta a eso de las 2 o 3 de la tarde, y no sabemos porque a nosotros nos avisaron a las 6 de la tarde cuando borraron ya todas las pruebas. A vos te llega una chica a una sala muerta, lo primero que hacés es preguntar quién es la familia de esta criatura. Tres horas para borrar pruebas. Pero así y todo esto no alcanzó, el cuerpo de Lucía habló, dijo lo que había pasado, estos jueces pudieron ver eso y hoy pudieron darnos una perpetua para Matías Farías. Con Offidani seguiremos, tenemos otro camino para recurrir.”
MARTA TIENE RAZÓN.
Estaba dolida, muy dolida. Porque pusieron en duda a Lucía y su muerte. ¿Cómo no estarlo? Refería a una nota que salió publicada pocos días antes de esta sentencia y que puso en jaque la perspectiva de género por la que tanto luchamos. El punto de poner en duda la perspectiva de género durante el proceso del juicio hizo que se pusieran en duda justamente las pruebas del delito de abuso sexual y femicidio. En la nota niega que haya pruebas del abuso sexual y pone en terreno escabroso el dilema del “consentimiento de Lucía”, usado como argumento y artilugio de la defensa de los acusados para decir algo así como que Lucía estuvo ahí por propia voluntad y el deceso fue una fatalidad de su propio cuerpo. De acuerdo a esa nota entonces la perspectiva de género, durante el proceso, fue punitivista injustamente con los imputados. Para decirlo en otras palabras…la nota en cuestión resulta compasiva con Farías y Offidani. ¿Entonces, esta sentencia con perspectiva de género, fue coercionada por la querella? ¿De qué estamos hablando? ¿Cómo debería ser ejercida la perspectiva de género, según esa mirada?
MARTA ESTABA ENOJADA.
MARTA ESTABA DOLIDA.
MARTA TIENE RAZÓN.
Hablemos del punitivismo y el Feminismo. Analicemos
“En este juicio la incorporación de la “perspectiva de género” funcionó de cerco restrictivo para la discusión y la evaluación de los acontecimientos y, en definitiva, para el ejercicio de la defensa en juicio. Pero este no debería ser el destino de la incorporación de esta perspectiva en el ejercicio de la justicia. Como tampoco debería naturalizarse la equivalencia que parece establecerse entre perspectiva de género y castigo.” – esto dice, al final, la nota en cuestión.
La nota que despertó la furia cuestiona el cómo fue implementada la perspectiva de género en el juicio y se interpreta como que habría desfavorecido a la defensa de los imputados para un juicio justo.Pero va más allá, dice además que no debemos naturalizar “perspectiva de género y castigo”, o sea feminismo y punitivismo.
Y acá es importante analizar y hacernos preguntas porque de lo contrario entramos en arenas movedizas y corremos el riesgo de relativizar la crueldad. De hecho la nota generó confusión entre lectoras que escribían preguntando qué pasaba con Lucía, si había o no abuso sexual. Desde este medio tuvimos que responder a muchas de esas consultas, previo a la sentencia. Un daño social innecesario cuando ya el daño estaba plantado desde el primer día, pero no justamente por la familia de Lucía para quienes el daño es irreparable, sino por la corrupción alrededor de tapar pruebas para cubrir a los imputados, o de confundir a la sociedad, cosa que sí fue evidente desde el inicio de esta causa.
Para poner un poco de luz en esa oscuridad que genera la idea de que la perspectiva de género que impulsa el feminismo no debería ser sinónimo de castigar, o dicho de otro modo, no debería caer en el punitivismo, hago preguntas directas: ¿Te mataron a una hija? ¿Te violaron? ¿Caíste en una red de trata, te abusaron y explotaron hasta no dar más? ¿Abandonaron a tus hijxs y tuviste que criarlos sola sin familia ni recursos? ¿Te pasó algo de todo esto?
Más preguntas: ¿Es momento de ser relativistas o cuestionadoras de la perspectiva de género? ¿Es momento de sembrar dudas sobre lo construido hasta acá, que incluso aún no pisa sobre cimientos fuertes? ¿Desde qué lugar se afirma que pedir penas duras o restringir preguntas a la defensa de los imputados es ser punitivista? ¿Cuál es el límite del punitivismo en los casos de violación a los derechos humanos? Excede a los límites de esta nota y ya es sabido por nuestras lectoras los números y casos de femicidios en Argentina, de violaciones, abusos y maltrato infantil, de pedofilia y redes de pornografía infantil que son noticia regularmente por el trabajo de investigación y fiscales que logran desbaratarlas, o las redes de trata para explotación sexual que están en la agenda televisiva por estos días porque tocaron a gente “del espectáculo” pero que existen por todos lados y son la matrix de la perversidad.
En este punto es válido citar un párrafo del expediente de la Corte Suprema de Justicia de Buenos Aires, justamente en el caso de Lucía Pérez:
"La influencia de patrones socioculturales discriminatorios puede dar como resultado una descalificación de la credibilidad de la víctima durante el proceso penal en casos de violencia y una asunción tácita de responsabilidad de ella por los hechos, ya sea por su forma de vestir, por su ocupación laboral, conducta sexual, relación o parentesco con el agresor, lo cual se traduce en inacción por parte de los fiscales, policías y jueces ante denuncias de hechos violentos. Esta influencia también puede afectar en forma negativa la investigación de los casos y la valoración de la prueba subsiguiente, que puede verse marcada por nociones estereotipadas sobre cuál debe ser el comportamiento de las mujeres en sus relaciones interpersonales. Es así que según determinadas pautas internacionales en materia de violencia contra la mujer y violencia sexual, las pruebas relativas a los antecedentes sexuales de la víctima son en principio inadmisibles, por lo que la apertura de líneas de investigación sobre el comportamiento social o sexual previo de las víctimas en casos de violencia de género no es más que la manifestación de políticas o actitudes basadas en estereotipos de género" (Corte IDH, caso "Gutiérrez Hernández vs. Guatemala" cit.,
MARTA TIENE RAZÓN.
“Lo digo públicamente, si a nosotros nos pasa algo o alguien de la Campaña Somos Lucía, o la gente que está con nosotros como Mu.lavaca, todos los medios que nos acompañan, las personas y mujeres comunes, nos pasa algo, son ellos y ya sabemos de quiénes hablamos. Son las mafias territoriales que se disputan el tema de la droga y que a Lucía la agarraron como a un pichi porque creo que hasta la hubiesen agarrado para trata, porque si no era Lucía era cualquiera otra piba, porque estaban en la hilera del colegio. Ahí ellos tenían el ojo puesto. En las pibas del colegio. La policía es el número uno.”
Sabemos de lo que habla Marta, sabemos que es cierto. Es una realidad cruenta que no puede desconocerse de Argentina, donde la connivencia del poder judicial, mediático, policial y político es patriarcal por excelencia. En esta sociedad donde el “pacto de machos” sigue vigente. ¿Es necesario decir que debemos analizar si somos “demasiado” punitivistas? Hay países que tienen, y otros que están evaluando, la pena de muerte o la castración química para violadores de niños y niñas. Y acá tenemos la lucha de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, contra delitos de lesa humanidad, la lucha de las madres protectoras contra los abusadores y las revinculaciones forzadas , la lucha de las Asociaciones contra las redes de trata, de las familias víctimas de femicidio, de las madres criando solas, años de impunidad y nada…¿Y encima quieren que pongamos en duda la perspectiva de género en el proceso? ¿O que nos cuestionemos sobre el cuidado de no caer en tanto castigo y punitivismo? Con la notable escalada de violencia política hacia las mujeres que incluye a mujeres en el ámbito político y a Periodistas feministas, con el intento de magnicidio a la Vice Presidenta…pregunto y vuelvo a preguntarnos ¿Es momento de cuestionar la perspectiva de género?
Y más aún ¿Sería lógico mejor plantearnos que hay debates que son para adentro y otros hacia afuera? ¿Hay momentos oportunos y otros peligrosos para auto - indagarnos públicamente? ¿Hay debates que nos debemos o que nunca encontrarán el punto de encuentro? Como la discusión entre el regulacionismo de la prostitución y el Abolicionismo. ¡Ojo! Porque el enemigo es siempre el mismo.
Hay mafias organizadas que atentan contra nuestro país y son parte del negocio millonario del narcotráfico y la trata/ prostitución que se lleva la vida de miles de mujeres, niños, niñas y adolescentes. Marta también lo dijo y tiene razón. Sus palabras crudas y desde las entrañas son la pura verdad de lo que tantos intentan ocultar pero nosotras, desde los feminismos, luchamos por destapar. Vivimos en guerra, la guerra entre las redes de narco/tratantes y nosotras acá, desde la tierra y las trincheras, las redes feministas. Esta es la guerra de la perversidad e impunidad contra la verdad y la justicia. La guerra de la cultura de la violación, del pacto de machos y el patriarcado, del dinero por sobre la vida de las personas, del abandono de personas y la culpa en nosotras siempre. Esta es la guerra que nosotras no evadimos y le hacemos frente. Y en esta guerra, el jueves ganamos una batalla con la sentencia de perpetua para Farías.
MARTA TIENE RAZÓN.
Y AHORA JUSTICIA.
NO RECUPERA A LUCÍA PERO LA LEVANTA COMO BANDERA.
“Hemos triunfado contra las mafias narco que nos matan a nuestros pibes, que les queman la cabeza y a nadie le importa un carajo. Hoy hemos ganado mujeres y hombres porque acá hay un montón de hombres que acompañan también.”- dijo al cierre el día de la sentencia.
“Esto es sentar precedente porque muchos familiares no tenemos justicia y la necesitamos” – manifestó una madre presente ese día afuera de Tribunales – y Marta levantó el cartel de Eliana Mendilaharzu pidiendo que dejen de retrasar la fecha del juicio. También estaban presentes otros familiares y amigxs de víctimas de femicidios que gritaban justicia por Natalia Mellman, Luna Ortiz, Cecilia Basaldúa y tantas otras.
La multitud marchó luego por las calles de Mar del Plata con la Campaña Somos Lucía al frente para cerrar la jornada que trajo algo de oxígeno a tantos años de angustia.
Lucía ya no vuelve, el daño es irreparable pero queda el legado de esta lucha para las miles de familias que esperan lo mismo, justicia y paz.
Podes ver todo el discurso de Marta acá.
Foto tapa: de @Mu.lavaca