Meli Cueto es una compañera que escribe y unifica la palabra con la acción porque pone el cuerpo y el alma ayudando a mujeres en situación de violencia. Esa puñalada simbólica (y a veces literal) que nos atravesó en distintos grados a todas, y pudimos salir rotas pero vivas de ahí, porque una compañera como ella nos abrigó a tiempo.
En tiempos bravos del covid, allá donde el horizonte se veía difuso, no había aun vacunas y la cifra cotidiana de la muerte iba creciendo desmesurada, Meli Cueto narró en las redes su experiencia con el virus. Lo hizo de un modo tal, que todas pudimos transportarnos a ese hospital, representación de todos, en que una trabajadora de la salud la abrazó fraterna y maternalmente, a pesar de la letalidad que guardaba el cuadro clínico que la había llevado, llorando desconsolada, hasta el sitio donde médicxs, camillerxs, enfermerxs lo dieron todo durante la cuarentena. Luego, sus poemas en tiempos tan urgentes contra el femicidio de cada día y las violaciones individuales o grupales, como la perpetrada por varios varones sanos del patriarcado en el barrio de Palermo, fueron y son un bálsamo contra todo lo que está mal, porque en medio de su frescura, su lucha y la genialidad de sus versos espontáneos, Meli es todo lo que está bien.
Nuestra escritora se presenta:
Me llamo Melina Cueto, tengo 29 años y soy de La Plata, Buenos Aires.
Mi lugar en el mundo es la ciudad de las diagonales.
Estudio Abogacía en la UNLPA, tengo una columna de radio, escribo en un diario y me especializo como acompañante a mujer en situación de violencia de género, intrafamiliar y doméstica.
Escribo desde siempre. Empecé dibujando mis propios mangas, luego armé un cuaderno con frases (que todavía tengo guardado). En el 2018, finalmente, me animé a leer y publicar mi poesía.
Actualmente, sigo construyendo mi nuevo poemario, comencé una diplomatura en género y voy a dictar talleres presenciales y virtuales de escritura.
¿Por qué todo lo que duele tiene rostro?
La primera violación
es como una ola.
Quienes te conocen
no saben
si darte el pésame
o abrazarte
-porque les aterra tocarte-.
Quienes no te conocen
te cuestionan
si él no fue bueno
y vos estás confundida.
Acabás por entregarte
a la ola
con el fin
de sobrevivir
a su fuerza
y no dudás
más que de vos misma.
¿Por qué
todo lo que duele
tiene rostro?
Te prometo
que no vas
a comer
de esa migaja
el resto de tu vida.
Está bien
que llores.
Te prometo
que cuando
la ola quiebre,
amase,
y te ablande,
esas migajas
que hoy
te matan
de hambre
van a ser
las molotov
que explotarán
el agua
y secarán los mares.
Está bien
que llores.
Te prometo
que más adelante
vas querer levantarte.
Sus redes:
- Instagram: @melicueto
- Twitter: melicueto
- Wattpad: Melicueto