Cansada de no poder lidiar con las continuas presiones de la crianza de su hijo, Dorothea pide ayuda a Julie (Elle Fanning), la inquilina fotógrafa y feminista de la casa.
Hay una amalgama de drama y comedia en su cuota justa, las escenas del presente conviven con reminiscencias del pasado y visiones del futuro.
La película está teñida por esa continua sensación de inestabilidad y eminente pérdida de la confianza. Si bien los hechos transcurren en los años ´70, las preguntas por la maternidad, los orgasmos, la madurez, la complejidad de los vínculos sexo-afectivos, el placer, no dejan de resultar contemporáneas.
“Como sea que te imagines tu vida en el futuro, no va a ser así”, dirá una de las protagonistas.