Una de las violencias más naturalizadas está saliendo a la luz. Las mujeres reclaman cuotas alimentarias ante el hartazgo de sostener solas. Los incumplidores alimentarios evaden responsabilidades y el sistema judicial es cómplice.
El jueves 22 de julio una protesta de mujeres salió publicada por el portal digital “mejor.informado” de Neuquén. Alrededor de 10 mujeres decidieron encadenarse al portón de salida de la empresa “Autobuses Neuquén” para manifestar contra la empresa que adeudaba cuota de alimentos. A Algunas se las veía, incluso, con bebés en brazos, cubiertos por mantas del frío que se evidenciaba. Según relató una de ellas, a Prima Multimedios Neuquén, la empresa descontaba el porcentaje de cuotas de alimentos, de los sueldos de sus empleados, pero retenía el dinero.
En el video, Mónica (ex esposa de un chofer de la empresa) denuncia un hecho gravísimo. Según relata la mujer, un chofer llamado “Elías” se contagió de covid trabajando en la empresa, lo hicieron ir a trabajar igual y falleció 4 días después. La empresa no se hizo cargo de nada y dejó desamparada a la mujer de Elías también.
Ver video: MUJERES RECLAMAN POR CUOTA ALIMENTARIA EN ETON
Las mujeres en protesta se mantuvieron firmes y contaron a otro medio que llegaron a amenazarlas con “pasarlas por encima” si no se retiraban.
Desde “familias monomarentales” y el equipo de IF le hicimos llegar la noticia a Mariana Carbajal, de Página 12, quien denunció desde su cuenta de twitter y pudo saber que se estaba llegando a un “arreglo de depósito de las cuotas alimentarias adeudadas”, quizás gracias a la intervención de un funcionario o quizás también al estado público que empezó a tomar “la noticia”.
La noticia que no es noticia
La “noticia” que no es noticia es la de la naturalización social de esta violencia económica que fue silenciada por siglos, incluso naturalizada por parte de las mismas mujeres que no auto - percibían esta vulneración de derechos básicos porque soportaban la carga familiar como “natural al género”. El combo es mucho más grande porque detrás de la violencia que implica no pagar alimentos, se esconde no sólo un sentido de poder y dominio del dinero como arma de opresión patriarcal, sino más profundo aún, una desigual distribución de la responsabilidad para con lxs hijxs, que se sustenta en una división sexual del trabajo.
Para explicar mejor: “sos madre y te separás, te corresponde criar por naturaleza. Sos padre y te separás, viva la pepa”. Esta creencia cultural machista tan enraizada, logró con éxito hacer creer a las mismas mujeres que seguir solas después de una separación y que los tipos se borren, es típico y natural. Este horror concebido por generaciones, incluye no sólo el abandono paterno económico sino, en general, también el de los cuidados. El resultado fue generaciones de mujeres maternando solas, sobrecargadas en las tareas, empobrecidas en lo económico patrimonial, desgastadas en lo anímico con las consecuencias directas sobre sus hijos/as.
Perspectiva de género en los medios
El medio digital “mejor.informado” tituló la noticia “Un reclamo conyugal dejó sin colectivos a miles durante 8 horas” , como en general suele verse o tratarse esta problemática, tanto desde el ámbito de la justicia como el social. Reflexionamos sobre esto porque es fundamental comprender el error y lo decimos bien fuerte:
NO PAGAR ALIMENTOS ES VIOLENCIA ECONÓMICA (Y PSICOLÓGICA) CONTRA LAS MUJERES E HIJXS. NO ES CONFLICTO CONYUGAL.
En mi tesis de grado pude ahondar científicamente en la problemática. La titulé “El dinero como arma de opresión patriarcal”.
Los datos recolectados revelan que, en Argentina, según el censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC): “los hogares con jefatura de mujeres” son alrededor de 4 millones, pero no discrimina la situación respecto al no pago de alimentos (NPA). Otras investigaciones dicen que estos hogares que llamamos “familias monomarentales” podrían ser alrededor de 2,5 millones de mujeres más los hijos e hijas (según establece CIPPEC) o 1,7 millones, según el Equipo de Investigación Feminista en Género, Derecho y Justicia Social (EQUIFEM).
Lo cierto es que falta investigación científica que mida la cantidad exacta de mujeres maternando solas y sin cuotas de alimentos por parte de los varones incumplidores. El otro dato, medido por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) revela que “: “3 de cada 10 madres no conviven con el padre de sus hijos/as. Sólo una de cada cuatro de ellas cuenta con los ingresos de la cuota alimentaria.”
Faltan datos. Lo que sobran son los relatos, día tras día.
Ellas cuentan
Mir Maidana, creadora de “Mamás que no reciben cuota alimentaria” publicó en sus redes:
“Si no paga la tarjeta del banco, le embargan el sueldo.
Si no paga el alquiler, lo desalojan.
Si no paga el crédito, le hipotecan la casa.
Si no paga el cable, se lo cortan.
Si no paga la cuota alimentaria…”
La respuesta se las digo yo. ¡Nada! ¡No pasa nada!
Basta charlar con mamis en la escuela, o en las grupas, en el club o en el trabajo, para escuchar: “crié sola a mis 4 hijos, ya están grandes pero las pasé duro”. O “crío sola a tres y no sé más que hacer porque la justicia no mueve”.
Desde el mismo colectivo, en Facebook, se invitó a las usuarias participantes, a poner frases que los incumplidores alimentarios les decían. Acá van algunas que grafican muy bien la violencia:
- “Antes muerto que dejar que vos administres la plata de mi hija”
- “¡Otra vez querés plata! ¿Qué hiciste con la que te di el mes pasado?
- “¡Ya tenés las AUH!”
- “No te voy a dar plata para que la gastes con tu macho”
- “No puedo darte plata ahora porque tengo que viajar a Europa”
- “Me compré un bajo, cuando termino de pagarlo vemos”
- “Los chicos no son mi responsabilidad, solo cuando vivíamos juntos”
- “Te doy el divorcio pero no me pidas nada por los chicos.”
- “Y bueno ¡jodete, vos te quisiste separar!”
- “No puedo darte la plata porque este mes gasté en las ruedas nuevas del auto.”
Y así podemos llenar hojas y hojas contando la verdad de tanta violencia y desigualdad.
Mariela Breard, coordinadora de la agrupación “Quinta Ola”, de la quinta sección de la provincia de Buenos Aires, viene trabajando la violencia de género económica, asistiendo a mujeres y conteniendo. Además está escribiendo un libro y nos compartió un video que realizaron, donde se escuchan las mismas frases repetidas anteriormente. No es pura coincidencia. Es patriarcado.
Ver video: La Reforma Judicial Feminista es URGENTE!
Las leyes…¿están?
“En materia de NPA el género, la maternidad/paternidad, la niñez, la violencia, la pobreza y el Estado se entrecruzan en nota patriarcal en los conceptos culturales que definen las esferas públicas y privadas de las vidas de las personas.” (Lanari y Hasanbegovic, 2015)
La cita es del libro “Mujeres de Latinoamérica”, una obra colectiva donde participa como compiladora e investigadora, Claudia Hasanbegovic, que es abogada y consultora especializada. El libro detalla la violencia económica del tipo NPA en el capítulo “Varones violentos/ Estado negligente”, con una experiencia de campo, realizada por las autoras, que apabulle. Entrevistaron a mujeres que sufren esta violencia de género, quince de ellas en situación de calle.
Las leyes están, y están por todos lados. Las leyes especifican la violencia económica en sus diferentes manifestaciones y una de ellas es el No pagar alimentos. El tema está escrito en tratados internacionales de Derechos Humanos, en la Constitución Nacional, en los Códigos civil y penal, en la ley 26.485 para “Prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres”.
Es más, el delito de no pagar alimentos está contemplado en la ley 13.944, desde el año 1950, que sanciona penalmente el “Incumplimiento de los deberes a la asistencia familiar” pero, en la práctica, no se implementa.
¿Más? Según la Ley 26.994 del Código Civil y Comercial de la Nación (2014), en sus artículos 658 y 659, se establece que la responsabilidad de alimentos es una obligación de padre y madre, de dar a la/os hija/os, el conjunto de todo lo que necesitan para vivir, educarse, vestirse, tener salud, entretenimiento y para que tengan un oficio o profesión, hasta la mayoría de edad, incluso una Carrera Universitaria. En el mismo sentido, en su artículo 660 especifica que las tareas cotidianas, que realiza el progenitor que ha asumido el cuidado personal del hijo, tienen un valor económico y constituyen un aporte a su manutención.
Este último punto se resumiría en el concepto de equidad. Suena justo.
La encuesta
Pero…la realidad es otra. La realidad es que la mayoría de las mujeres no denuncia porque el sistema judicial es un laberinto que agobia hasta a la más persistente. En todo caso algunas logran cuotas de alimentos a “cuentagotas miserables pero peor es nada”- suelen expulsar.
Los resultados de la encuesta realizada para mi tesis de grado arrojaron que, de 104 participantes, casi el 70 % de las mujeres declaró que la mayor violencia económica que padecen es la de NPA. De ellas, el 59,5 % dijo no haber hecho la denuncia y un dato que llamó mi atención, el 71,8 % declaró no ser beneficiaria de planes sociales.
¿Y el Estado? Las AUH y el SUAF x embargo
Este es otro problema detectado y que empezó a tomar fuerza y visibilidad durante estos años de pandemia. Los “agujeros negros” del Estado en materia previsional con perspectiva de género.
Paola Urquizo es docente, licenciada en Psicología (UBA), terapeuta clínica infanto juvenil con perspectiva de género y de infancias. Creó la comunidad de familias monomarentales (Instagram) para dar visibilidad a un tema que agrava la situación de estas familias que sufren el NPA.
“Hay dos tipos de situaciones denunciadas por las madres, una tiene que ver con que Anses les quita las AUH porque los progenitores son `responsables inscriptos´ y entonces el Estado entiende que ese `padre´ gana suficiente, pero no tienen en cuenta que es un progenitor no conviviente que incumple alimentos. La otra situación grave es que los varones trabajan en blanco y perciben la asignación familiar (Suaf) pero no lo transfieren a la madre (separada) que está a cargo de les hijes, entonces hay que realizar un trámite de 'embargo del suaf'. Pero si el sueldo del `padre separado´ sube, el Suaf baja” - Explica Paola Urquizo. Consultada sobre la problemática, la licenciada considera “que son conductas machistas, formas de manipulación y maltrato hacia las madres y que la invisibilización y naturalización de este tipo de violencia, a lo largo de las décadas, está estrechamente conectada con la desigualdad social, la pobreza estructural, la corrupción y otras formas de violencias sociales que padecen los países de América Latina y en vías de desarrollo.”
Para armar el cuadro completo quedan muchos temas por tocar, como los medios de comunicación y su gran responsabilidad entorno al sentido y el imaginario social. La deconstrucción de los discursos mediáticos violentos, misóginos y discriminatorios requiere de capacitaciones humanas en perspectiva de género y derechos. Por eso existimos nosotras y acá estamos. Para hablar de lo que no se habla, para gritar los silencios que dañan. Y la violencia económica es una de las más silenciadas. Pero, sobre todo, la importancia de poner un problema tal en agenda de medios se relaciona directamente con la llegada a la agenda política y de gobierno, que es la que tiene la capacidad de generar los cambios reales en la vida de las personas.
“La violencia económica contra las mujeres es una de las más pérfidas, insidiosas y sobretodo, una de las más naturalizadas, esto es lo escandaloso.” Señaló Dora Barrancos en esta nota exclusiva donde resalta la importancia de ir hacia una nueva ley que evite la judicialización de la mujer: Vamos por una nueva Ley
Dora es Socióloga, doctora en Historia, escritora, investigadora y, actualmente, asesora presidencial. Es un faro dentro de los movimientos feministas de Argentina.
Agenda de gobierno
Este año, finalmente, el problema se puso en agenda de gobierno. El Ministerio de las mujeres, políticas de género y diversidad sexual de la provincia de Buenos Aires realizó una encuesta y, esta semana, el Ministerio de las Mujeres de Nación, decidió tomar la posta de esta enorme injusticia y comenzó a hablar del tema.
Desde IF estamos comprometidas a seguir empujando la agenda mediática y política del No pago de Alimentos, para hacer comprender a la sociedad toda que no se puede traer hijxs al mundo y abandonarlos, que no se puede naturalizar el abandono, que si es un problema tan grande en Argentina (y Latinoamérica) significa que es cultural. Los medios tenemos la responsabilidad ética de informar para concientizar y formar para transformar la realidad. Debemos empezar a comprender que la feminización de la pobreza es una consecuencia.
Los chicos crecen, la vida pasa…y esta violencia silenciosa sigue socavando las posibilidades del desarrollo sostenible de mujeres, niñxs y adolescentes.