En el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado, charlamos con una activista que impulsó un cambio en el sistema de salud local: cesáreas acompañadas.
Bajo el lema "Muchas formas de parir, los mismos derechos" entre el lunes 16 y el domingo 22 de mayo se desarrolla la Semana Mundial del Parto Respetado y, en ese sentido, el Gobierno bonaerense encabeza distintas jornadas con las que se busca concientizar sobre los derechos de las personas gestantes y sus bebés. ¿Qué pasaba en el sistema de salud de Pinamar y que cambió? Lo cuenta María Laura Polimeni, activista por los derechos de las mujeres a transitar el embarazo, parto y puerperio en libertad y cuidados amorosos, lejos de las imposiciones que sistematizan el proceso y producen situaciones violentas en el momento de mayor vulnerabilidad de la madre y su bebé.
“Acompañante, feminista y artesana”- recita su presentación en Instagram. Cuando Laura Polimeni tuvo su primera hija, Renata (hoy 9 años), se dio cuenta de que había sido víctima de violencia obstétrica. No fue un proceso rápido, ya estaba en el embarazo de su segunda hija, Julia (5 años), y no quería pasar por lo mismo. “Hice un cuestionario sobre violencia obstétrica y de las 10 preguntas que había respondí positivamente a 8 y ahí entendí que todo lo que me había hecho ruido era así”- cuenta María Laura. Su inquietud la lleva a seguir indagando, en ese camino descubre a Las casildas, un observatorio de violencia obstétrica que ayuda a darse cuenta. Así lo resume: “te das cuenta que no estabas loca y que todo lo que pasaste fue violento y lo hemos naturalizado. No por mala intención de lxs médicxs sino porque así lo aprendieron y lo repiten. Nos hospitalizaron tanto los partos y nos sacaron el derecho a parir en libertad, somos mamíferas para parir, los médicos deben ser una ayuda, no los protagonistas.”
Fue así que, después del segundo parto, Ma. Laura tomó las riendas de decidir y elegir cómo lo quería. Por eso inició un recorrido de formación como Doula para ayudar a otras y describe que lo importante es que el recorrido sea con conocimiento, sin miedo a preguntar: “si te ponen un suero preguntá por qué te lo ponen, que no te pongan oxitocina por que sí, que no te hagan una episiotomía porque si, que no te apuren el parto, que no te digan que lo estás haciendo mal, que tu leche no sirve, etc. El tema de la lactancia, por ejemplo, es un proceso que se debe acompañar y aprender por eso son importantes las puericultoras, pero no nos lo dicen.”
Entrar acompañada a la cesárea
Laura integra la Ong Mujeres por Pinamar y desde allí detectaron una problemática local en el sistema de atención a las parturientas: no permitían,a quiénes iban a cesárea, entrar acompañadas. Decidieron compartirlo con las demás agrupaciones e instituciones que componen la Mesa Local y pidieron una reunión con la Secretaría de salud del municipio de Pinamar. “Escuchando relatos de parto acá nos dimos cuenta que se estaba violando la ley de parto respetado, que dice que la mujer tiene derecho a estar acompañada en todo el proceso del parto. Presentamos la carta desde la Mesa local al Secretario de salud y nos invitaron a charlar, fue enriquecedor y celebramos que a partir de ese día se respeta este derecho. El equipo médico lo sabía pero había trabas del propio sistema y no se implementaban los cambios necesarios, no por mala intención sino por costumbre.”- relata Polimeni.
Las parteras y el equipo de obstetricia, del sistema hospitalario, celebraron este cambio al día siguiente. Empezaron a llegar notas de agradecimiento porque la experiencia cambia al poder estar acompañada y, por supuesto, el recuerdo de ese momento también. “No importa quién sea que te acompañe, vos elegís. Es un momento sagrado y único, hay que volver a eso, que no sea un trámite, ni que te hagan sentir que somos un cuerpo enfermo. El embarazo es un estado de salud y el parto también.”- define la entrevistada y lo conceptualiza con una frase de Michel Odent: “Para cambiar el mundo primero hay que cambiar la forma de nacer”. Odent es médico obstetra francés y uno de los defensores más notables del parto fisiológico, entendido como aquel parto en el que la intervención externa es la mínima posible.
`Maternar Pinamar´ es el nombre del equipo de parteras y obstetras del Hospital que dan cursos y acompañan. “Estar acompañada por una persona de tu elección durante el trabajo de parto, el parto vaginal, el parto por cesárea y el post parto es un derecho. Ley 25929”- citan en sus redes.
Seguilas en IG: maternar Pinamar
La doula
El término tiene su origen en la Antigua Grecia. Son personas que apoyan a otras durante el embarazo, las asisten a la hora de dar a luz y durante el posparto. Agrega Laura que: “la figura de la doula aparece, en este mundo de vorágine, por ausencia de otros roles, de esa tribu que eran otras mujeres que pasaban el conocimiento y las empoderaban, que las acompañaban en ese recorrido. Antes eran las abuelas, las hermanas, y ahora todas están ocupadas. No debe necesariamente haber transitado un embarazo. Hay varones inclusive que se preparan para acompañar.”
Ley 25.969
La ley de parto respetado o humanizado es una ley nacional y contempla el derecho a elegir, a que se respeten los tiempos y procesos naturales del cuerpo, asimismo el derecho a estar informadas, sin patologización del proceso, que no se medique si no es necesario, entre otras cosas.
Uno de los puntos interesantes, que trae la reflexión sobre la existencia de esta ley, es que ya el hecho de que exista significa que hay vulneraciones o violaciones al trato humanitario. “Nos ponen en un lugar pasivo, nos inmovilizan, nos ponen en segundo plano, nos tratan como enfermas, nos ignoran y no preguntan que queremos, nos medican sin consultarnos. Que nuestros cuerpos se tengan que adaptar al sistema de salud y no al revés, responde a un sistema capitalista y patriarcal donde el tiempo es más importante que nuestros tiempos biológicos en el parto natural, estos mecanismos de opresión hacen que se repitan patrones de atención que no respetan a la mujer, por eso es tan importante hablar de esto, del derecho a parir libres y que el parto sea nuestro, no de lxs médicxs. Parir en libertad es un derecho humano.”- comparten Laura y su compañera de Ong, Desireé Motta, en un video que realizaron esta semana para concientizar sobre el tema.
Mirá el video: Parto humanizado
Entre tanto para desgranar sobre el trato humanitario que se busca, las profesionales traen, como ejemplo, algunas de las frases que se suelen escuchar en los procesos: “Podés desgarrarte, es doloroso, mejor andá a cesárea programada. Dale mamita, no te quejes. Lo estás haciendo mal, no estás respirando bien”, éstas y otras no son frases motivadoras y deben romper con ese trato no empático con las parturientas. Los ejemplos surgen a montones, desde poder preguntar todo hasta elegir la música o el silencio adentro de la sala de parto. Otro ejemplo es que apenas nace el o la bebé, necesita estar en el cuerpo de su mamá, no hay apuro para el pesaje y la medición por ejemplo, pero el procedimiento `habitual´ es que cortan el cordón umbilical enseguida y no priorizan el primer contacto. Otro de los temas es que prohíben comer durante el proceso de espera para el parto natural, se hacen enemas, episiotomías, es decir, procedimientos que en la mayoría de los casos podrían evitarse. La posición corporal para parir es un eje clave que también se vulnera. Lo natural al cuerpo es estar verticales, no horizontales como sigue sucediendo. “Te acuestan, te atan y suele ser un procedimiento cómodo para el equipo médico pero es antinatural, lo natural es parir en movimiento, no estamos locas, es natural y fisiológico parir vertical, por eso es fundamental dejar todo claro en un plan de parto y estar rodeadas de amor y contención, frases motivadoras y no lo contrario. Te ponen oxitocina artificial para acelerar los partos y liberarse, pero no en todos los casos es sano y útil. Además, parimos en lugares feos, fríos y no acogedores”.
Consejos para parto humanizado: elaborar un Plan de parto
En los países desarrollados se promueven más los partos domiciliarios con los cuidados adecuados. En el siglo XX se `industrializó´ el parto. En el video citado, las integrantes de la Ong aconsejan “hacer el mayor trabajo de parto en casa y recurrir al hospital solo para el momento expulsivo, si no nos dejan parir en casa.”
También destacan la importancia de la preparación para la lactancia que, en general no suele ser acompañada. “Nos sueltan la mano y no somos vacas, la leche es mental por eso son fundamentales las redes de lactancia, la tribu, la psicología perinatal y la puericultura”- describen Motta y Polimeni.
Promueven un cambio de actitud en cuanto a “ser las protagonistas de nuestros partos, si hay algo que hace ruido o molesta lo debemos hablar, pedir lo que queremos, preguntar todo, empoderarnos, elaborar un plan de parto y acompañamiento en uno de los momentos de mayor vulnerabilidad que es parir. Nos estandarizan en el sistema de salud y no debe ser así. El o la médica deben formar parte de nuestro plan de parto, pero las protagonistas somos nosotras. Después no importa si vamos a cesárea, lo importante es cómo vivimos el proceso y el después. La cesárea también puede ser hermosa y valedera pero que la mujer lo decida libremente o por los motivos que sea, sin prejuicios y con buenos tratos. Una obstetra no puede decirte que sólo hace cesáreas, eso es violencia, si no te da opciones.”-
En Pinamar, la Licenciada Jorgelina Fabiani, psicóloga perinatal, está brindando charlas gratuitas en el CAPS (Centro de Atención Primaria de la Salud), organizado por la municipalidad para concientizar sobre la importancia de la salud mental antes, durante y después de la gestación, para promover un vínculo sano también con el recién nacido y próximamente brindará talleres en el mes de junio.
Para inscripciones: salud mental perinatal - Puerperio
Si necesitás más ayuda o información en Pinamar: doula.pinamar (IG)